Andy Schleck se retira a los 29 años
En la ciudad francesa de Grenoble, un 23 de julio de 2011, la carrera deportiva de Andy Schleck iba a quedar marcada para siempre. Aquel dÃa, el luxemburgués defendÃa una renta cercana al minuto para ganar su segundo Tour de Francia, el primero que iba a celebrar en ParÃs porque el anterior lo ganó por descalificación de Alberto Contador, pero no le fue suficiente. Cadel Evans le arrebataba el jersey amarillo.
Aquella iba a ser la última vez que Andy Schleck iba a estar a punto de ganar algo. De manera sencillamente inexplicable, aquel ciclista que apuntaba a ganar varios Tours, o al menos a estar cerca de ello, a lo largo de su carrera desapareció de las primeras plazas del pelotón. Sus resultados a lo largo de estos últimos años sólo muestran abandonos y posiciones traseras en las pocas carreras que acabó.
¿Cómo un ciclista campeón pasa de un año para otro a ser un ciclista incapaz de competir? La verdad es que difÃcil encontrar una respuesta. Sea cual sea el motivo o motivos que provocaron un cambio de tal magnitud, seguro que ayudó la propia actitud de Andy, cierta propensión por el alcohol y los problemas en una rodilla tras una caÃda en el Criterium Dauphiné, que lo dejaron fuera de combate durante todo 2012.
Debido a esos problemas es por lo que dice Andy Schleck que se retira de la práctica profesional. El anuncio serÃa una enorme sorpresa, tratándose de un ciclista que sólo tiene 29 años, pero viniendo del luxemburgués no lo es tanto. Era algo que se esperaba tan sólo viendo la evolución del ciclista. Es más, para algunos Andy ya era un ex ciclista que se negaba todavÃa a bajarse del todo de la bicicleta.
El Tour de 2010 será su mayor éxito, amén de dos podios en la carrera francesa y un podio en el único Giro en el que participó, sin olvidarnos de la Lieja – Bastogna – Lieja de 2009. Recordaremos a Schleck como un ciclista que pudo haber marcado época, y más si no se hubiera centrado tanto en el Tour, pero que acabó estrellado y superado por todas las circunstancias, y verdaderamente nunca sabremos realmente el porqué.