Antonio Conte es el nuevo seleccionador de Italia
La selección italiana de fútbol andaba sin entrenador desde el pasado Mundial de Brasil 2014. Y es que la eliminación en la fase de grupos, la segunda vez consecutiva que esto ocurría tras el fracaso de Sudáfrica 2010, motivó la dimisión de Cesare Prandelli, además de la marcha del que hasta entonces era presidente de la federación italiana de fútbol, Giancarlo Abete.
Pues bien, el fútbol italiano ya tiene nuevo presidente, Carlo Tavecchio, y también nuevo seleccionador, Antonio Conte. Y si lo de Tavecchio no ha gustado mucho, pues no se olvidan unas recientes declaraciones de carácter bastante racista sobre los extranjeros que llegan a la Serie A, lo de Conte parece la mejor decisión. Se contrata al técnico de moda, que además estaba disponible.
Dos ascensos a la Serie A, con Bari y con Siena, eran el mejor bagaje del Conte entrenador antes de fichar por la Juve en el año 2011. Así es como este ex-jugador y capitano en los 90 del laureado equipo bianconeri llegaba al banquillo del equipo de su vida, con el que lo ganó todo como jugador y con el que llegó a ser internacional en 20 ocasiones con la azzurra.
En tres años, la Juventus de Conte ha ganado tres títulos de la Serie A, acabando con el dominio de los equipos de Milán en los últimos años y devolviendo a la Vecchia Signora al trono que había perdido por los escándalos y los fraudes de las apuestas. En tres años, también, su asignatura pendiente fueron las competiciones europeas, con unos cuartos de Champions como tope.
Después de dimitir de la Juve, por circunstancias que todavía no se han aclarado, el entrenador de moda en el país estaba libre y por tanto tenía que ser primera opción. Su fichaje, sin embargo, no era sencillo por el caché que manejaba el técnico leccesi, así que la federación ha tenido que recurrir a patrocinadores para hacerle una oferta económica que no pudiera rechazar.
De este modo, Conte será seleccionador italiano hasta 2016. Amante del 3-5-2 como sistema habitual de juego, el Conte que era un aguerrido centrocampista ahora es un entrenador amante del fútbol de toque y que se enfrentará al reto de renovar a una selección que tiene pretende seguir lejos del clásico catenaccio, con el hándicap de no tener a Pirlo como maestro de ceremonias.