Dura derrota de La Roja ante la gran sorpresa de esta Copa Confederaciones: Estados Unidos

España no ha podido conseguir el pase a la gran final al caer derrotada por 2-0 ante Estados Unidos, con goles de Altidore y Dempsey. La Roja ha jugado un fútbol muy inferior al acostumbrado, con falta de intensidad notable durante muchos minutos. Estados Unidos, por su parte, ha sido excelente tácticamente, pese a ser un conjunto muy limitado por la baja calidad técnica a disposición de Bob Bradley, un seleccionador que a buen seguro recibirá ofertas agradables este verano.

Durante los primeros compases del encuentro se vio a ambas selecciones llegando con claridad al área, y un rival norteamericano muy, muy motivado. Las carencias técnicas son obvias, pero eso no mermó en absoluto sus ansias por hacer un gran partido. Esa es la principal lección que creo que debería aprender la selección tras este partido: la intensidad. España iba caminando, sin ganas por el partido y casi jugando por jugar. No se veían esas ganas por marcar que se vieron en Alemania, esa garra que hizo de la selección no solo la mejor en fútbol de toque, sino una máquina de jugar a este deporte. Vicente del Bosque tiene que motivar más a sus chavales, tienen que salir con más rabia al campo.

Tras el gol de Altidore, que llegó tras un fallo garrafal de Joan Capdevila en defensa (y, por qué no decirlo, una actuación algo floja de Casillas que podría haber hecho más) Estados Unidos inquietó bastante a una aletargada España. Hasta el final de la primera mitad, hubo alguna que otra intentona, como un gran tiro de Torres que forzó una buena actuación del portero con el pie, pero nada muy claro.

En la segunda mitad, la Roja salió mucho más enchufada al encuentro. Dispuso de buenas ocasiones nada más llegar, con un gran zurdazo de Villa que forzó a Howard a estirarse de nuevo. Unas cuantas ocasiones más, un gran disparo de Sergio Ramos que el portero sacó no sabe ni cómo, y llega el segundo de Estados Unidos para matar el encuentro. Un gran fallo de Sergio Ramos, quien desde luego es un lateral que necesita mejorar, y mucho, las decisiones que toma, provocó una jugada que culminó con otro garrafal fallo del madridista, al cortar un balón muerto en el área y no despejarlo, sino dejarlo muerto para que llegase Dempsey y anotase a placer. No hay que hacer leña del árbol caído, y no queremos hacerla desde aquí, pero el lateral sevillano es un jugador muy dotado física y técnicamente, pero con la cabeza muy mal amueblada. Ojalá siga en su proceso de maduración y dentro de unos años tengamos al Maldini español. Pero por ahora, tenemos a Sergio Ramos.

Después de este gol, Estados Unidos se encerró atrás, como era previsible. Dos líneas de cuatro, muy bien formadas y muy expeditivas a la hora de sacar la pelota. Gran trabajo táctico el del seleccionador americano, que tiene a sus pupilos con una intensidad y una formación digna de los romanos. España se sumó al ataque, salió Cazorla y Mata para dar profundidad y Piqué se colocó como delantero centro prácticamente, pero nada se logró. Con las torres gemelas de centrales y todo el equipo volcado a defender, tirar pelotazos dentro del área es una misión suicida.

Así pues, España se apea de la primera competición a la que asiste con la vitola de favorita, bien merecida. Una España de récord, con 15 partidos seguidos ganados y 35 sin perder, pero una España que hace peor fútbol, mal que me pese, que con Luis Aragonés. Habrá que ver qué responsabilidad de esta derrota, que más que la derrota (que también) es la imagen, asume el seleccionador Vicente del Bosque.

Vía | Notas de Futbol

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