Eurocopa 2012: España gana a Francia por 2-0 con doblete de Xabi Alonso

Arconoda, Raúl González, y otros jugadores españoles que vivieron una tarde maldita contra Francia esta noche van a dormir mucho más tranquilos, porque hoy España se ha tomado su venganza. La selección ha derrotado a Francia, lo ha hecho por fin en partido oficial, en una cita importante, y se cuela en las semifinales de la Eurocopa, donde ya le espera Portugal.

En el fútbol hay una cosa muy buena y una cosa muy mala. La buena la hizo España, que es ser la misma de siempre, o al menos ser lo que quiere Del Bosque que sea, y ganar. Y la mala es lo que hizo Francia, dejar de ser lo que debía ser este equipo y encima perder, y encima de todo, hacerlo por el lugar que Blanc más trastocó.

El seleccionador galo dejó a Nasry y Menez en el banquillo, todo por reforzar la parte derecha de su defensa con dos laterales, y por ahí fue por donde llegó el primer gol español. Se coló Jordi Alba como una bala, dejando atrás a Debuchy que no pudo pararlo ni por las buenas ni por las manos, y su centro al segundo palo lo remató Xabi Alonso como un ‘9’. Era el minuto 19, y España ya ganaba. Y sin delantero centro, para los mal pensados.

Hasta ese momento, España había tenido la pelota, había tocado bastante y había intentado de vez en cuando algún pase al hueco. Tras el gol, el guión no varió en absoluto. España hacía ronditos, los franceses corrían detrás de la pelota y de vez en cuando se intentaba terminar alguna jugada. Casillas era un espectador más y sólo tuvo que intervenir una vez en la primera mitad, en una falta lejana en la que Cabaye le intentó sorprender.

El partido entonces lo habríamos firmado todos, España ganaba 1-0 y de Francia no había noticias en ataque. Las temidas arremetidas de Benzema y de Ribery se quedaban en nada. No había por tanto ni prisas ni necesidad de cambiar a no ser de que Francia despertara o de que Blanc decidiera realizar algún cambio ofensivo, o al menos, sacar a su equipo de la cueva en la que le tenía metido desde el inicio.

Eso sucedió en el minuto 65, poco después de la única llegada con algo de peligro de los franceses en la segunda mitad, un cabezado de Debuchy que se marchó por encima del larguero. A los movimientos de Blanc, Menez y Nasri, reaccionó rápido Del Bosque, dando entrada a Torres y Pedro. Con ello, España ganaba más profundidad, ahora que Francia iba a dejar más espacios. No sirvió para sumar ocasiones, pero al menos, mantuvieron en su sitio a los galos, que no se desmelenaron demasiado.

Francia siguió ahogándose en su propia desidia, que se acrecentaba con los minutos, sin saber que hacer con la pelota, rota sin mediocampo. Sólo Ribery, que fue el otro que hizo intervenir a Casillas con un centro lateral, parecía tener algo de amor propio. Así, se podría decir que el único sufrimiento para España era el reloj, que no corría lo deprisa que todos queríamos que lo hiciera, y que sólo había un gol de ventaja.

Por si quedaba alguna duda, Xabi Alonso de penalty sentenció la contienda, ya en el descuento, marcando un penalty que le hicieron a Pedro, algo discutible, como el que pidió Cesc en la primera mitad. La victoria de España fue sencillamente inapelable, no hubo dudas ni sufrimiento. Ciertamente, era mucho menos de lo que se esperaba de Francia, de su caché, de los nombres de los futbolistas, de lo que había en juego. Seguramente, Portugal sí sea otra cosa. A por ellos.

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