Fallece Grondona, presidente de la Asociación de Fútbol de Argentina
El fútbol argentino está de luto por la muerte de Julio Humberto Grondona a los 85 años. Don Julio, como algunos llamaban al presidente de la Asociación de Fútbol de Argentina, falleció el 30 de julio a causa de unos problemas de corazón. Su pérdida deja un vacío enorme en un fútbol argentino que, para mal o para bien, es hoy día la imagen de lo que creó Grondona a lo largo de su extenso mandato.
Fundador y presidente del Arsenal de Sarandí, Grondona iba a llegar a presidente de la AFA en el año 1979. Desde entonces estuvo en el cargo, sin apenas oposición, pues las últimas elecciones prácticamente ni se recuerdan. El argentino se había perpetuado en el cargo pese a las polémicas y los numerosos escándalos que siempre rodearon esta larga carrera al frente de la AFA.
Su elección ya fue motivo de polémica, porque algunos miembros de la AFA esgrimían que fue colocado a dedo por la dictadura de Videla. Sería el primero pero no el único asunto turbio que protagonizaría un presidente que armaba revuelo prácticamente cada vez que hablaba, y que ha ido transformando la liga argentina en lo que es hoy día, sin frenar el fenómeno de las barras bravas y sin evitar el endeudamiento de los clubes, problemas que hoy día se siguen acrecentando.
Evidentemente, 35 años también han dado para cosas buenas. Con Grondona al mando la selección argentina logró un Mundial, dos subcampeonatos (el último en Brasil 2014), dos Copas de América y muchos torneos en categorías inferiores. En este sentido hay que destacar especialmente los dos oros olímpicos, en 2004 y 2008, y nada menos que seis Mundiales en categoría sub 20.
Si Grondona tenía poder absoluto en la AFA, donde manejaba todos los aspectos desde la primera hasta la última categoría, en la FIFA tampoco se quedaba atrás. Su apoyo resultó vital para que Blatter accediera la presidencia, y éste le recompensó con la vicepresidencia de la FIFA y con la presidencia de la comisión de finanzas. El argentino se decía a sí mismo que tenía más poder que cualquier político del mundo.
Aunque había avisado que en 2015 lo dejaba, su muerte repentina e inesperada deja un vacío enorme y abre un incierto periodo de sucesión. Hasta octubre no se celebrará la asamblea y las elecciones para elegir al nuevo presidente, pero en el despacho de Don Julio quedan sobre la mesa muchos temas sin resolver, desde el nuevo seleccionador pasando por el nuevo formato de liga, y los problemas diarios que atendía, personalmente, uno a uno.
Vía | AFA