José Prat, el primer ‘goleador’ liguero

José Prat, el primer ‘goleador’ liguero

Escrito por: Carlos Garrido    14 marzo 2017    2 minutos

Si hay un deporte con historia ese es, sin duda, el fútbol. En nuestro país, este juego acarrea consigo una larga aventura y tradición que ha derivado en un éxito, puesto que, a día de hoy, nuestra liga es una de las mejores del mundo. Todos sabemos que el mayor aliciente del fútbol es el gol, pues a continuación vamos a descifrarles quién fue el primer goleador de la Liga española.

Tal honor recae sobre los hombros de José Prat Ripollés, el cual puede que os suene más como Pitus Prat. Este jugador catalán inició su carrera en el Gràcia FC, un equipo humilde de un barrio barcelonés. Poco a poco, su calidad le fue ayudando a avanzar, y con tan solo 17 años se incorporó a las filas de uno de los grandes conjuntos de la Ciudad Condal como es el RCD Espanyol.

Con el conjunto perico logró conquistar la Copa del Rey, imponiéndose en la final al Real Madrid, eso sí, desde el banquillo. Por aquel entonces, el joven Prat no gozaba de la confianza plena de Jack Greenwell, y sus apariciones sobre el césped llegaban previo paso por la suplencia. No obstante, el éxito copero le brindó una oportunidad que le permitió hacer historia, seguro que ni él lo hubiera imaginado.

Una semana más tarde de la conquista de la Copa del Rey, el campeonato de Liga en España se estrenaba por todo lo alto. En la primera jornada, el Espanyol iba a recibir en su feudo, Sarriá, al Real Unión de Irún. El entrenador local tomó una arriesgada decisión: alinear en el once titular a todos sus jugadores suplentes.

Aquel 10 de febrero de 1929 iba a pasar a la historia del fútbol español e iba a encumbrar al bueno de Pitus Prat. Un disparo de Rafael Oramás, a los cinco minutos de juego, era rechazado por la zaga del Real Unión, cayendo sobre la figura de Prat, que no se lo pensó dos veces y conectó un certero cabezazo que acabaría con el esférico en el fondo de las mayas de la portería rival.

El éxtasis invadió la grada y se apoderó del cuerpo y mente de un hombre que acababa de protagonizar un hecho que quedaría por siempre en el recuerdo.

Foto| Manquepierda.com

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