Juegos Olímpicos Londres 2012: Previa Final Baloncesto, España sin complejos frente a Estados Unidos
«Somos una unidad: vivimos y morimos juntos. Llevamos mucho tiempo jugando juntos y superando muchas adversidades. Esa es la auténtica razón de nuestro éxito». Pau Gasol.
De los juniors de oro del 99 no sólo quedan Pau Gasol, Juan Carlos Navarro y Felipe Reyes, también sigue presente esa unión que tanto ansían los entrenadores de máximo nivel. Estos últimos años, la selección española de baloncesto nos ha hecho gozar con numerosos éxitos, situándonos en la cumbre más alta jamás soñada. En Lisboa comenzó un sueño que podría tener el mejor despertar si se logra vencer al llamado, precisamente, equipo de los sueños norteamericano.
La irregularidad mostrada por España en los Juegos Olímpicos de Londres era algo que los aficionados, sobre todo los más jóvenes, no estaban acostumbrados. Vivíamos en la inconsistencia de pensar que estos jugadores deberían llegar a la final sin jugar, sin aparecer por la pista. El reconocimiento no llega por un simple gesto, si no por una suma de actos a lo largo de un tiempo. Es por ello que nuestro equipo tenía todo el crédito disponible.
Gran Bretaña, Rusia y sobre todo Brasil han sido los peores encuentros disputados. El físico español se encuentra en un estado preocupante. Estados Unidos encuentra en el físico su mayor arma. Contra Rusia y Gran Bretaña, los jugadores de Scariolo mostraron un espléndido nivel pero sólo en los instantes iniciales, desinflándose a medida que pasaban los minutos a niveles escandalosamente deprimentes. De Brasil se ha hablado mucho de la actuación del entrenador y de la apatía de los jugadores en momentos claves del partido.
La línea del equipo, como siempre en las grandes citas, es ascendente. Un comienzo dubitativo en la fase de grupos, un buen nivel contra Francia, recaída en los dos primero cuartos contra Rusia para alcanzar su mayor nivel en el torneo en los últimos diez minutos de las semifinales. Un comienzo a medio gas contra Estados Unidos se pagará caro, por lo que no podemos permitirnos una subida en dientes de sierra, si no lo más vertical posible para poder plantar cara a Lebron, Kobe y compañía.
La mejor noticia de las semifinales fue la aportación del banquillo español. Felipe Reyes, San Emeterio y Llull fueron los grandes artífices del pase a la final de la selección española. No olvidarnos tampoco del último cuarto de Marc, los triples de José Calderón y del incontestable Pau Gasol. Scariolo, tan criticado, supo mantener a los suplentes que ejecutaron la remontada hasta el momento idóneo.
¿Qué decir del USA team? Comenzar diciendo que no han tenido un ápice de incertidumbre en todo el campeonato. Lituania lo puso brevemente en un aprieto que Lebron James solventó de la manera más eficaz. Carmelo Anthony y Kevin Durant son los máximos exponentes de la adaptación FIBA del equipo norteamericano con sus porcentajes desde la línea de tres puntos. No juegan con cinco, pero da igual, sólo hace falta observar la defensa de Lebron James por delante a Pau Gasol. Y a todo esto, Kobe Bryant todavía tiene que mostrar su mejor versión, que ojalá se la guarde para el año que viene cuando juegue junto a Nash y Howard.
Como un clavo estaré a las 16:00 horas el domingo frente al televisor para ver el mayor espectáculo que puede dar el baloncesto mundial. No voy con miedo, voy con ilusión. No tenemos nada que perder y sí mucho que ganar. El ciclo se va cerrando. Sería un perfecto cierre para tan grandes momentos de baloncesto que esta generación nos ha dado.