Los jugadores del Rayo Vallecano amenazan con la huelga
Después de 31 jornadas, el Rayo Vallecano es el líder de la clasificación de Segunda División. Sin embargo, económicamente el club está a la cola de la categoría, todo por culpa de sus dirigentes, la familia Ruiz Mateos. La crisis económica que ha afectado a varias de las empresas que forman Rumasa, el emporio de este empresario nacido en Rota, ha arrastrado también al conjunto de este popular barrio de Madrid.
La situación de la plantilla y los empleados del club, que no cobran desde hace varios meses, empieza a ser insostenible. Máxime si, de acuerdo con sus palabras, no sólo ven que nadie encuentra soluciones a este problema sino que tampoco nadie se pone en contacto con ellos ni atiene sus posibles peticiones. El mutismo de los dueños es absoluto y jugadores, cuerpo técnico y empleados se sienten solos, abandonados, y no aguantan más.
En los últimos días, se ha barruntado la posibilidad de que la primera plantilla del equipo iniciara un encierro en las dependencias del Estadio Teresa Rivero, al que por cierto, le han quitado el nombre. Hoy, el capitán, el veterano Michel, ha descartado de momento esa opción, pero ha dejado en el aire la posibilidad de no presentarse al siguiente encuentro de Liga:
No descartamos no ir a jugar a Valladolid. Está en duda, es una situación que nadie de esta plantilla quiere pero es una alternativa que hay. Nos encontramos solos. Nadie nos ayuda, la Liga quiere más dinero pero los jugadores no cobran. Llevamos cerca de un año sin cobrar. En la última reunión en Somosaguas se dijo que se estudiarían soluciones para la plantilla en tema de ventas para poder ir pagando. A día de hoy no hemos visto ni un euro. La plantilla cree que en algo nos están engañando.
Ya han mostrado camisetas y pancartas, con una afición que no los ha abandonado y que le está apoyando en estos momentos difíciles, pero los jugadores pretenden ir más lejos para conseguir lo que les pertenece. El próximo partido del equipo será el sábado a partir de las 18:00 en Valladolid, y de no presentarse, el Rayo Vallecano perdería ese partido por 3-0 y podría ser sancionado con la retirada de 3 puntos. Y todo esto en medio de la lucha por el regreso a Primera División.
Evidentemente, no estamos hablando de una medida definitiva, sino de lanzar un guante a quien lo deba recoger, una especie de amenaza a ver si mueven los hilos los que lo tienen que mover. Mañana, después del entrenamiento, la plantilla volverá a reunirse para decidir, de forma democrática, si cambian la visita a Valladolid por un encierro en los vestuarios.
Vía | Cope