Lance Armstrong, acusado de dopaje por enésima vez
En el mes de febrero, la Fiscalía de los Estados Unidos daba por cerrada uno de las causas por dopaje abiertas en contra de Lance Armstrong, en la que se investigaba si se había dopado o no durante su carrera deportiva, lo cuál supondría una estafa a las cuentas del estado ya que la empresa que le pagaba, US Postal, el patrocinador del equipo de Lance Armstrong, es una empresa estatal de los Estados Unidos.
Ese caso quedó archivado por la justicia norteamericana y parecía que por fin se acababan las visitas de Lance Armstrong al juzgado, pero estábamos equivocados los que lo creíamos entonces. Ahora, la Asociación Anti Dopaje de los Estados Unidos es la que ha levantado una nueva acusación de dopaje, tal y como difundieron los principales medios de prensa del país en el día de ayer.
La sombra de la sospecha siempre ha existido sobre Lance Armstrong, al igual que siempre existe sobre los grandes campeones. Antes de su primera retirada, ya se habían escrito libros incluso hablando de cómo se dopaba. Prensa y ex compañeros lo han señalado en múltiples ocasiones, dando fechas y datos concretos, pero la realidad es que a Lance Armstrong nunca le han pillado en un control antidoping, nunca en más de 500 controles sólo en el Tour.
Ahora, la USADA, las siglas de la organización que antes hemos nombrado, presenta nuevos cargos pues, una vez archivado el caso, siguieron realizando investigaciones por su cuenta. Algunos diarios han lanzado el bombazo de que le van a quitar sus siete Tours de Francia, pero hay que ser muy cautos en este sentido, pues las acusaciones hablan de pruebas de dopaje entre 2009 y 2011, el periodo de su regreso. Por ahora, lo único que se le retiraría sería su licencia de triatleta, su nuevo hobby.
Aún así, creo que ni si imaginan el caos que sería reorganizar el podio del Tour de Francia de las primeras ediciones del siglo XXI, en caso de que Armstrong fuera desposeido de sus éxitos. Los Tours podrían caer en manos de gente como Jan Ullrich, Alex Zulle, Andreas Kloden o Ivan Basso, que también se han visto implicados en casos de dopaje. Algunos, como el alemán o el suizo, reconocieron en su día el haberse dopado. De locos.
La acusación sobre Lance Armstrong se hace extensible también al que fue su director, Johan Bruyneel, y a más miembros del equipo, como los médicos Ferrari, Celaya y García del Moral o el entrenador José Martí. Gente que ha estado vinculada al equipo, primero al US Postal, luego al Discovery Channel y luego al Astana, y que por tanto que ha formado parte del entorno cercano de algunos de los nuestros, como Alberto Contador.
Como dije antes, todo esto de reorganizar el palmarés sería una completa locura, aunque lo mínimo que habría que hacer sería desposeer a Armstrong de sus logros siempre y cuando se demostrara que los logró con ayuda del dopaje. Algo que no consiguieron hacer en su día, y mira que lo intentaron, y que ahora vuelven a intentar. Veremos en que acaba todo esto y qué sale a la luz ahora con esta nueva ocasión en la que se intenta tirar al mito de su pedestal.