Laurent Jalabert, pillado quince años más tarde

Hay muchos ciclistas que personifican en su pellejo la revolución que supuso en el ciclismo el uso de la EPO y de las transfusiones sanguíneas en la década de los 90. Hay muchos ejemplos, desgraciadamente, pero hoy es noticia el que es uno de los mayores exponentes: Laurent Jalabert. El ex ciclista francés al menos podía presumir de un currículum intachable, pero ya ni eso.

Jalabert fue otro de esos ciclistas que pasó de la noche a la mañana de ser uno más a ser el mejor, con matices. El francés era un fantástico sprinter y tenía victorias y resultados de gran nivel, pero en 1995 se convirtió, por arte de magia, en un ganador de grandes vueltas y de etapas de montaña. Las recetas eran perder peso y un cambio de mentalidad y de forma de correr, amén de algo de inspiración divina.

Eso fue lo que se vendió en su momento, claro está, y todo tras una caída en el Tour de 1995 que casi lo deja k.o. para esto del ciclismo. Pero evidentemente, no eran muchos los que creían en la transformación mágica de Jaja. El francés era un claro exponente del ya popular «not normal», la frase que utilizaba Lance Armstrong para señalar a aquellos ciclistas que llevaban gasolina súper dentro del pelotón.

Pese a todo, Jalabert presumía de su intachable currículum en cuanto a controles anti-dopaje, pero ya ni eso. Ahora se sabe que el ciclista francés dio positivo por EPO en el Tour de 1998, aquel Tour de la vergüenza con el affaire Festina y en el que el equipo de Jalabert, el ONCE, se retiró de la competición al sentirse perseguido por la gendarmería francesa, aunque el motivo real era que huía de ella. Lo mismo hicieron otros muchos.

El positivo no se descubrió en 1998, sino seis años más tarde, y es que por entonces la EPO no era detectable. Lo revela ahora, 15 años más tarde en total, la fiscalía francesa, a días vista de que comience el Tour del centenario. Como siempre, las semanas previas a la carrera siempre nos dejan alguna mancha de este tipo, y este un palo duro para Francia especialmente, donde aún había quien confiaba en el ex-ciclista francés.

No en vano, Jalabert era seleccionador de Francia hasta que lo dejó poco después de sufrir un accidente que casi le quita la vida mientras entrenaba. Sí, entrenaba, porque Jalabert todavía participaba en maratones y en triatlones, y además lo hacía con resultados excelentes para su edad. También ejercía como comentarista televisivo, asesor para empresas del mundo de la bicicleta, redactaba artículos … En fin, lo normal para un hombre considerado uno de los mejores ciclistas franceses de la historia.

Pero no crean que sólo en Francia estaban equivocados con Jalabert. No hay que salir de España para comprobar que el médico del francés, y del equipo ONCE, el señor Terrado, también presumía de su intachable currículum para defenderse de las sospechas que siempre se cernían sobre él. Y gracias a él, pese a Zulle o pese a Jalabert, trabaja para el COE, para la federación de piragüismo, para equipos de fútbol …

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