Liga de Campeones 2011/12: el Chelsea campeón por primera vez superando al Bayern en los penaltis

Algunos aficionados comentaban que los dioses del fútbol debían una Champions League al Chelsea por haber llegado lejos en la competición durante las últimas temporadas y haber perdido en los penaltis la final del año 2008. Quizás esos dioses llevaban la camiseta blue este sábado porque algún poder divino debió ayudar al Chelsea a entrar en el selecto club de los equipos campeones de Europa superando al Bayern en los penaltis a los que llegó después de tener la final prácticamente perdida.

Y es que los blues fueron futbolísticamente inferiores al Bayern que se frotaba las manos cuando Müller ponía el 1-0 en el marcador cuando apenas quedaban 7 minutos para el final del partido. Sin embargo, Drogbá apareció para obrar el primer milagro de la noche con un cabezazo que mandaba el partido a la prórroga. En el tiempo extra, Cech fue protagonista parando un penalti a Robben y siendo decisivo en la tanda de penaltis en la que de nuevo Drogbá dio la gloria al Chelsea convirtiendo en último penalti con el que por fin daba el título al conjunto de Roman Abramovich y a tres jugadores españoles: Juan Mata, Fernando Torres y Oriol Romeu.

Durante buena parte del partido, la final respondió al guión que muchos esperábamos, es decir, un Bayern que llevaba el peso del partido y controlaba el balón frente a un Chelsea que esperaba atrás buscando tener alguna oportunidad a la contra. Los alemanes fueron los primeros en acercarse por la meta de Cech con disparos de Schweinsteiger y Kroos pero la primera gran ocasión fue para Robben que a los 20 minutos de juego conectó un disparo que repelió Cech antes de dar en el palo.

Por esos momentos del partido el Bayern tenía más del 65% de posesión mientras que el Chelsea no tenía oportunidad alguna. Solo Mata con un tiro altísimo en una falta y Kalou con una jugada al borde del descanso merodearon la portería de Neuer. Por su parte, el Bayern acumulaba ocasiones. Müller con un disparo desde el punto de penalti que se fue fuera y también Mario Gómez desde casi la misma posición tuvieron sendos disparos con los que pudieron desequilibrar el marcador que no se movió en la primera mitad.

Las cosas no cambiaron demasiado en el arranque de la segunda parte. El Bayern siguió intentándolo pero se topaba una y otra vez con la defensa del Chelsea. A Ribery le anularon un gol por fuera de juego y el partido solo se abrió a partir del minuto 70 sobre todo porque el cansancio comenzó a pasar factura en los jugadores de ambos equipos, las líneas se distanciaron y eso propició algunos contraataques aunque no ocasiones claras de gol.

El partido parecía abocado a una prórroga pero en los instantes últimos siete minutos tuvimos más emoción que casi en todo el partido. Primero, porque Müller aprovechó un centro desde la izquierda para aparecer en el segundo palo y conectar un cabezazo picado que sorprendió a Cech que pareció que pudo hacer algo más.

La final parecía ya perdida para el Chelsea que metió a Torres en el campo mientras que el Bayern hacía sus cambios para perder tiempo y asegurar el resultado. Pero el fútbol es imprevisible y en un saque de corner de Mata apareció Drogbá para conectar un gran remate de cabeza que Neuer no podía repeler con lo que el partido se iba a la prórroga. El tiempo extra empezó también con Drogbá como protagonista porque cometió un penalti inocente sobre Ribery tocándolo por detrás sin demasiado sentido ya que no tenía opción de alguna de llegar al balón. El francés sufrió un calambre y tuvo que ser cambiado siendo Robben el lanzado que, a la postre, falló porque Cech adivinó sus intenciones y mantuvo el marcador equilibrado.

Torres fue el más activo en estos minutos aprovechando su frescura pero las mejores ocasiones volvieron a ser para el Bayern. Primero fue Olic el que intentó ceder a Van Buyten que no pudo empujar en línea de gol. También Lahm lo intentó por la derecha pero Mario Gómez no pudo rematar el centro del lateral alemán.

Al final, la final tuvo que decidirse en los penaltis y allí de nuevo las cosas empezaron de cara para el Bayern porque Juan Mata falla el primer lanzamientos de los blues. Cech debía entonces intentar devolver la esperanza a su equipo y aunque estuvo cerca de parar algunos lanzamientos, no fue hasta el cuarto y el quinto cuando lo consiguió, primero parando el tiro de Olic y después tocando ligeramente el tiro de Schweinsteiger que se fue al poste.

Al Chelsea le quedaba entonces el último lanzamiento, como en su anterior final. Entonces fue Terry el que se fue hacia el balón para fallar pero esta vez el que tenía la responsabilidad era Drogbá que no perdonó y se convirtió en el gran héroe del Chelsea que se lleva a casa el título cuando a priori parecía el más débil de los cuatro equipos que llegaron a semifinales.

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