Liga de Campeones 2012/13: el Málaga gana 2-0 y encarrila la eliminatoria
El himno de la Liga de Campeones sonaba por primera vez en su historia en el estadio de La Rosaleda, en Málaga, y puede que no sea la última si el equipo albiceleste consigue defender en Atenas la renta que ha conseguido hoy en el partido de ida. Y es que esta noche, el Málaga ha ganado por 2-0 al Panathinaikos, un resultado bastante bueno, y encima ha demostrado ser bastante superior que el conjunto heleno.
Con Fabrice como sorpresa en el once titular, el Málaga salió dispuesto a comerse a su rival, alentado por una afición que llenaba las gradas de La Rosaleda y que no paró de animar a los suyos. A base de presionar al rival, y con un Toulalan excelso, el Málaga no tenía problemas para robar la pelota y tener todo el control del encuentro. Las ocasiones empezaban a llegar y los goles iban a ser sólo cuestión de paciencia.
El primero llegó a los 17 minutos, en un saque de esquina. Welligton en el segundo palo tocaba con la testa metiendo la pelota al área pequeña y allí Demichelis remataba finalmente a gol. Pese al buen número de jugadores del Panathinaikos que había en el área, nadie hizo nada, excepto mirar. Buenas noticias para el Málaga que se volverían a repetir justo 17 minutos después.
En el 34 en el reloj, Eliseu establecía el 2-0, rematando a placer un servicio desde la izquierda de Isco. Dos goles de diferencia ya era una buena renta y más ante un Panathinaikos que no había aparecido en ataque. Y es que si eran blanditos en defensa, más blanditos eran en la salida de balón, aunque esto último al menos está justificado por la presión de los jugadores del Málaga que ya habíamos comentado.
Era difícil mantener la misma intensidad en la segunda mitad, y por eso, vimos en la segunda mitad a un Málaga mucho menor y a un Pathaniakos que, sin hacer nada del otro mundo, acumuló al menos tres ocasiones. Las dos primeras llegadas fueron buenas pero mal resueltas, pero la tercera sí que fue clara, un mano a mano entre Toché y Willy Caballero del que salió airoso el guardameta argentino del conjunto andaluz.
Tuvo también alguna oportunidad el Málaga para cerrar el partido, en acciones a la contra, pero jugadores como Isco pecaron de individualismo y por eso esas llegadas no terminaron de concretarse. Aun así, Pellegrini acertó de pleno con los cambios y con los hombres de refresco, el Málaga se hizo otra vez con la posesión y no pasó por excesivos apuros. Así se pudo celebrar una victoria que acerca al equipo andaluz a un hito histórico, la fase de grupos de la Champions League.