NBA: Draymond Green, la espada silenciosa de los Warriors
Los Warriors han empezado la temporada de dulce y son uno de los mejores equipos de la NBA en estos primeros compases. Los llamados Splash Brothers, Stephen Curry y Klay Thompson, están a un nivel tal que los Warriors han sido elevados a la categoría de firmes candidatos al título. Pero estos dos grandes jugadores no son las únicas armas con las que cuenta el entrenador de la franquicia de Oakland, Steve Kerr.
Un jugador casi desconocido para el gran público, Draymond Greene, es también una pieza clave para el equipo. Aunque entró en el quinteto inicial por necesidad, debido a la lesión de David Lee, Green ha pasado a ser un jugador clave dentro del sistema de juego del equipo de Kerr y por ahora es un firme candidato a optar al premio del jugador que más ha mejorado en la última temporada.
El alero de 2’01 metros llegó a la NBA desde la segunda ronda del draft de 2012 y algunos ya hablan de que estamos ante uno de esos chollos que se les escapó a los general managers. Ahora que es titular, los números de Green se han disparado y el número 23 de los Warriors ha pasado de promediar 6’2 puntos y 5 rebotes a 12’9 puntos y 7’2 rebotes, números todavía mejores que los ya buenos números que hizo en los pasados playoffs.
La mejora en todos los sentidos de este jugador se debe a dos factores. El primero, a que ha trabajado mucho durante este pasado verano para mejorar su tiro, especialmente desde la larga distancia. El segundo, que este verano termina contrato. Como muchos otros jugadores a lo largo de la historia de la NBA, Green está haciendo méritos para conseguir un contrato relativamente importante.
He aquí un problema para los Warriors, que ya tiene a Curry, Thompson, Bogut, Lee e Iguodala con grandes contratos garantizados para el próximo año. Renovar a este Green, que ahora mismo tiene un sueldo que no llega ni al millón de dólares, podría suponerles a los de Oakland alrededor de 8 millones de dólares por temporada, según los expertos. Y parece que estarían dispuestos a pagarlos, a pesar de eso supondría pasarse todavía más del límite salarial.
Y es que Green, ahora mismo, está considerado como ese jugador clave que todo equipo necesita para ganar un campeonato. Están las estrellas, los que acaparan los que focos, y están los jugadores que, silenciosamente, aportan un equipo de todo: el Diaw de los Spurs de 2014, el Marion de los Mavericks de 2011, el Prince de los Pistons de 2004, el Horry de los Lakers del Threepeat … ¿Será Green uno más en esta lista de asesinos silenciosos?
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