NBA: el novato Kuzma le roba el protagonismo al novato Ball

Hay un jugador en los Lakers que está llamado a hacer grandes cosas en la NBA: Lonzo Ball. En teoría, todos los focos debían de alumbrar al novato en el que los Lakers habían puesto sus esperanzas, pero en este inicio de temporada, con más de una decena de partidos ya disputados, los halagos se lo está llevando otro jugador recién llegado a los Lakers: Kyle Kuzma.

Kuzma llegó a Lakers en el traspaso que envió a Russell a los Nets

El camino de Kuzma hasta la NBA se podría decir que ha sido totalmente inverso al de Ball. Kuzma, de 22 años, no viene de una familia acomodada, estaba señalado desde muy joven como una promesa del deporte (de hecho, le decían que dejara el baloncesto), no jugó para una gran universidad (pues sólo lo quiso la Universidad de Utah) y ni siquiera pudo estar presente en Brooklyn la noche del draft y tuvo que ver por televisión, desde su casa, como los Nets lo elegían en el puesto 27 y como lo traspasaban a los Lakers.

Pero Kuzma, con una ética de trabajo envidiable y un comportamiento intachable dentro y fuera de la cancha, ha sabido no sólo ganarse un sitio, sino convertirse en el nombre del que más se está hablando ahora en los Lakers. Hablando para bien, pues de Lonzo Ball se habla, y mucho, para reseñar que, pese a su buena dirección y pese a lograr hitos como ser el jugador más joven de la historia en firmar un triple doble, sus bajísimos porcentajes de acierto, incluso desde el tiro libre, lo están lastrando.

¿De qué juega Kuzma? Pues ahora que está saliendo de titular lo está haciendo en el puesto de ala pívot, power forward o ‘4’, sustituyendo al lesionado Larry Nance Jr, aunque realmente es un jugador versátil, de esos que puede ocupar varios puestos. Desde el principio de curso Kuzma estaba partiendo desde el banquillo, situación que no le ha impedido ser el máximo anotador de Lakers en varios partidos o ser uno de los rookies más eficientes, a la altura de jugadores con más minutos como Tatum o Simmons.

Ball y Kuzma se llevan muy bien tanto fuera como dentro de la pista

Aunque como decimos la irrupción de Kuzma, ya señalado como el robo de este draft, ha alejado los focos de Lonzo Ball, realmente el base de 19 años no es «el perjudicado» de esta nueva situación. Todo lo contrario, Ball y Kuzma hacen una perfecta sociedad. Así las cosas, a quien más le está costando el que los Lakers hayan encontrado, casi de la nada y sin querer, a un jugador de futuro es Julius Randle, que tiene ahora mismo un pie más fuera que dentro de la franquicia.

Los minutos de Randle se han reducido drásticamente, a la par que su importancia. De este modo, y ante la tesitura de que termina contrato, en los Lakers empiezan a ver claro que el jugador que otrora se presentaba como una de las piezas claves en la reconstrucción de la franquicia es carne de traspaso, y más en estos momentos en los que sigue teniendo muy buen cartel.

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