River Plate desciende de categoría por primera vez en sus 110 años de historia
26 de junio de 2011, apunten esta fecha que pasará a la historia del fútbol argentino. River Plate ha descendido de categoría, tal día como hoy, 15 años después de ese equipo liderado por Enzo Franciscoli que ganó la Copa Libertadores. Imagínense que el Real Madrid o el Barcelona, que uno de los grandes, descendiese de categoría, y ahora trasládenlo a este país de Sudamérica donde el fútbol se vive de una forma excesivamente pasional, donde la que la pelota entre o no es cuestión casi de vida o muerte.
El sistema de promedios que decide los descensos y ascensos de la liga argentina siempre beneficia a los teóricos equipos grandes, pero River Plate no escapó de él. En este último torneo, el equipo más laureado del fútbol argentino con 33 campeonatos nacionales terminó en noveno lugar un Clausura de 2011 que llegó a liderar a mitad del mismo, pero los resultados de las tres últimas desastrosas temporadas lo condenaron a una situación histórica: jugar la promoción.
Belgrano de Córdoba y River Plate se iban a jugar una plaza en la Nacional A, en la primera división argentina. Si ya de por sí esto era una situación histórica, la situación se tornó muy complicada para River Plate cuando el equipo de Buenos Aires perdió el partido de ida por 2-0. En un ambiente muy crispado, se planteó la posibilidad de que el partido de vuelta se disputara a puerta cerrada, por lo que pudiera pasar, que lamentablemente, pasó.
River Plate necesitaba 2 goles para salvar la categoría, y el primero de ellos lo marcó Pavone a los 6 minutos de partido, justo después de que se le anulara un gol a Belgrano. Pero fue el único que marcó el equipo local. Con más corazón que fútbol, y con el apoyo de una hinchada que reventaba el Monumental, River bombardeó a pelotazos el área del equipo cordobés, pero no tuvo éxito en la primera mitad, y en la segunda, todo dio paso a la tragedia.
Primero marcó Belgrano, gol de Farré tras un error garrafal de dos defensas de River. Después falló Pavone un penalty, lo tiró fuerte, pero raso y al centro y Olave lo atajó bien. La tragedia se cernía sobre el Monumental, y los más agresivos no esperaron para tomar represalias. El partido tuvo que concluir antes de cumplirse los 90 minutos de juego, ante los primeros lanzamientos de objetos y las primeras intentonas de invasión de campo.
Protegidos los jugadores, la guerra se lanzó en las calles. Una auténtica batalla campal entre los cuerpos de seguridad y los hinchas más agresivos de River. Medio centenar de heridos e incontables destrozos tanto en el estadio como en sus alrededores. Comercios y vehículos destrozados, incendios, jugadores y directivos escondidos en el interior del estadio, y la afición de Belgrano, la gran olvidada, aún en las gradas celebrando la victoria y el regreso de su equipo a la categoría A tal y como lo hacen sus vecinos en Córdoba.
El futuro de River Plate se plantea negro. La hinchada pide la cabeza de algunos jugadores y de una directiva cuya gestión ha culminado con esta situación. Los Millonarios del fútbol argentino se enfrentan a una tremenda reducción de sus ingresos que va a dejar sus arcas, ya de por sí en una situación precaria, muy pero que muy vacías. Y nosotros nos quedamos sin el gran clásico, al menos durante un año. Después de 110 años de historia, River Plate perdió la categoría, y la ciudad de Buenos Aires paga los platos rotos durante una noche que se presenta muy larga.