Sergio Asenjo, el luchador incansable
La trayectoria de un futbolista no es nada, pero que nada, fácil. Para llegar a la élite hay que caminar por un largo sendero lleno de obstáculos. Un sendero que puede ser un tormento, que se prolonga hasta habiendo llegado a lo más alto, lo que hace que muchos tiren la toalla. Este no es el caso de Sergio Asenjo.
El guardameta, uno de los mejores del fútbol español, parece estar perseguido por uno de los peores aliados posibles: las lesiones. En la pasada jornada de la Liga Santander frente al Real Madrid, Asenjo volvió a sufrir, por cuarta vez, una rotura de ligamentos en su rodilla.
La primera de estas cuatro lesiones llegó mientras era jugador del Atlético de Madrid, en un encuentro disputado ante el Sporting de Gijón en mayo del año 2010, y que afectó a su rodilla derecha. Entonces ya se estaba confirmando como uno de los porteros del momento, y este hecho le hizo frenar en seco su progresión.
No obstante, se recuperó y volvió a vestirse de corto, esta vez en calidad de cedido por el conjunto colchonero en el Málaga. Pero poco tiempo después, en febrero de 2011, el fantasma de esta fatal dolencia volvió, en un partido contra el Sevilla en Sánchez Pizjuán obligándole a pasar de nuevo por el quirófano.
Todo pintaba muy negro para el bueno de Asenjo. Un tipo que si por algo se caracteriza es por no rendirse jamás. Regresó de nuevo al césped, esta vez de la mano del Villarreal. Su calidad, al igual que su fe, permanecieron y continúo demostrando lo gran portero que es. Sin embargo, en otro choque, esta vez ante el Atleti en 2015, la mala fortuna hizo acto de presencia. Otra rotura de ligamentos, otra más. Volver a empezar de nuevo.
Increíblemente, Asenjo se levantó, por tercera vez. Y no de un modo cualquiera, sino siendo el mejor. Esta temporada, estaba siendo el portero menos goleado, su aportación era decisiva para el buen hacer de un gran Villarreal. La cosa marchaba sobre ruedas, hasta que la luz se apagó por cuarta ocasión.
Lejos de desquiciarse, desde el primer momento en el que se supo que había una nueva rotura de ligamentos, Asenjo se armó de valor y fuerza para comenzar una lucha, que ya conoce, y que seguro que vuelve a ganar.
Es un ejemplo de valentía, de garra, de sufrimiento y, sobre todo, de éxito. El mundo del fútbol le tiende la mano y le brinda su apoyo.
Foto|La Liga
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