La sorprendente y polémica salida de Anna Tarrés de la natación sincronizada española
Hablar del éxito de la natación sincronizada en España es hablar de chicas como Gemma Mengual o Andrea Fuentes. Pero detrás de Gemma, de Andrea y de todas las chicas que han pasado por el equipo nacional siempre ha estado una mujer, Anna Tarrés. Ella es la entrenadora desde hace 15 años, 15 años que se han caracterizado por el éxito, por los premios, por la difusión que ha alcanzado este deporte en nuestro país.
Y sin embargo, la Real Federación Española de Natación no quiere que Anna Tarrés siga en el cargo, una vez termine su contrato a final de este año. Comprenderéis que, en esta situación, hablemos de una decisión cuanto menos sorprendente e incluso polémica, porque la RFEN se desprende una entrenadora que tiene al cuello medio centenar de medallas.
Fue la propia entrenadora la que dio a conocer a la noticia y la que explicó cómo se le había comunicado esa decisión. Fue a través de una llamada telefónica mientras ella estaba de vacaciones. Horas después, y ante el aluvión de noticias, la propia RFEN colocaba un comunicado en su página web en el que daban veracidad a las palabras de Tarres, palabras que han dejado a los aficionados a este deporte un poco en shock.
La RFEN argumenta que la decisión se basa en «razones estrictamente profesionales y de política deportiva». Un formalismo bastante ambiguo que no explica a ciencia cierta el por qué no se renueva a una mujer cuyo trabajo ha sido más que loable. Anna Tarrés no sólo ha sido partícipe de los éxitos de la sincronizada española, sino que ha realizado un cambio generacional nada doloroso ni traumático, como se demostró al ganar medallas en Londres 2012, pese a las importantes ausencias.
Así que el que las razones sean deportivas es algo que no se entiende demasiado bien, y todo pinta a algún problema de otro tipo. La propia Anna, en declaraciones de esta mañana en la Cadena Ser, hablaba de que puede haber sido cesada por «su inconformismo y por su insistencia» a la hora de pedir y exigir ayuda ya que, sin estas ayudas públicas y sin moverse, un deporte tan minoritario como éste no podría haber salido adelante de la manera que lo ha hecho.
Resulta curioso como funcionan algunas de las federaciones deportivas de este país. A la gente que funciona se le despide y a la gente que no hace las cosas bien se las deja en sus cargos de forma perenne y criando telarañas.