Traspiés de España ante Finlandia que obliga a ganar en Francia
Ya no queda otra. España tendrá que ganar a Francia y en Francia si quiere mantener vivas sus opciones de terminar en primer lugar de su grupo esta clasificación para el Mundial 2014, y evitar así el mal trago de la repesca. Y todo porque ayer la selección española tropezó, la pifió ante Finlandia, como hacía mucho tiempo que no sucedía en este tipo de partidos oficiales.
Se sabía que iba a ser un partido complicado, y que Finlandia iba a colgarse del larguero sin remilgos, como así hizo, pero más o menos todo el mundo creía que el gol iba a caer tarde o temprano. Sin embargo, la primera parte concluyó con 0-0, aunque no se hicieron mal las cosas pues se buscaron alternativas con las entradas por banda o los disparos de fuera del área, que no tuvieron éxito.
Del Bosque abrió el campo con Pedro y colocó a Villa de delantero. Nuevas alternativas que tampoco tuvieron el resultado esperado. España seguía asediando la portería rival, con los 11 jugadores en el campo rival, pero el resultado era el mismo que en la primera mitad: no entraba la pelotita, ningún defensa finlandés cometía un fallo como un mal despeje o una entrada a destiempo que hubiera sido penalty.
De todos modos, el agobio en la segunda mitad duró 4 minutos, porque Sergio Ramos marcó de cabeza en una jugada a balón parado. A partir de ahí, España buscó el segundo el gol aunque sin mucha intensidad, se relajó claramente y lo terminó pagando. En la única internada de los fineses, Pukki recibía un centro desde la izquierda y marcaba, adelantándose a toda la defensa y a Valdés, titular en la noche de ayer.
Con tan sólo 11 minutos por delante, España buscó el gol a la desesperada, y casi llega. El delantero Álvaro Negredo y también Juanín Mata tuvieron claras ocasiones, e incluso se dispuso de un último saque de esquina, el decimoquinto de la noche, que al final no llevó peligro porque Pedro ejecutó más. El árbitro no dejó tiempo para más y pitó el final de un partido que dejó a El Molinón muy frío.
Así las cosas, España tiene que afrontar el próximo partido ante Francia en París con un extra de presión añadido a la que ya había. Si ya tenían la obligación de sacar un buen resultado, ahora ese resultado pasa por ganar. No nos queda otra que confiar en este grupo que precisamente no nos tiene acostumbrados a pasar apuros en la fase de clasificación a un torneo grande.