La UCI absuelve a Michael Rogers de su positivo por clembuterol
Cuando Alberto Contador dio positivo por clembuterol, el argumento que utilizó el ciclista madrileño fue el de la intoxicación alimentaria. Ya saben, el famoso filete de Irún. Esta excusa, por decirlo de algún modo, no era la primera vez que se usaba en el mundo del deporte para justificar un positivo por clembuterol, y en algunas ocasiones funcionó, y en otras no.
A Contador, como recordarán, no le valió para eludir el castigo, así que se pasó 2 años sancionado (que fueron menos), y perdió un Tour y un Giro por el camino. En cambio, a otro ciclista, Michael Rogers, sí le va a valer lo de la intoxicación alimentaria para justificar la presencia de clembuterol en su organismo, sustancia ilegal porque la única forma de que llegue a nuestro cuerpo es por vía externa.
Recapitulamos un poco hasta el pasado mes de octubre, cuando se destapó el positivo de Michael Rogers. El veterano ciclista australiano venía de correr y ganar una carrera menor, la Japan Cup, cuando se dio la noticia. Rogers alegó entonces la intoxicación alimentaria, que se podía haber producido durante su estancia en China para correr diversas pruebas, como el Tour de Pekín.
China es un país donde el uso de clembuterol para el engorde de las reses está bastante extendido, y por eso la UCI recomienda a los ciclistas que eviten el consumo de carne en países como ese. Rogers debió desoír esa recomendación, o al menos eso es lo que estima la UCI, que después de escuchar las alegaciones estima que hay una alta posibilidad de que el clembuterol llegara de esa manera al organismo del ciclista.
El caso es que la UCI recula y por tanto Rogers se libra de sanción. Lejos esto de crear malestar en Alberto Contador, la noticia le supone una alegría al ciclista español, pues podrá contar para el Tour con este compañero de equipo que, junto a Roman Kreuziger, es de los mejores gregarios que puede encontrar dentro de la plantilla del Tinkoff – Saxo de cara a al asalto de las carreteras francesas.