La afición del Sevilla, hasta las pelotas de la televisión y sus horarios

El que ven en la imagen es Javi Varas, el guardameta del Sevilla, y lo que ven sobre el césped del estadio Sánchez Pizjuán son pelotas de tenis. Y es que ayer, la afición sevillista, concretamente el grupo Biris que ocupa el Gol Norte del estadio, encontró una curiosa forma de protestar por los horarios que la televisión viene imponiendo en los partidos de fútbol.

Ayer se disputaba el Sevilla – Levante, justo después del Barcelona – Real Madrid. El partido, que debía empezar a las 22:00 horas se atrasó hasta las 22:30 horas unos días antes. La excusa era que la gente, con media hora entre partido y partido, podía disfrutar del post-partido del Camp Nou. La verdadera razón era que La Sexta quería emitir las siempre picantes ruedas de prensa de Mou y Guardiola.

Cuando el árbitro del encuentro dio el pitido inicial, comenzaron a llover a cientos las pelotas de tenis sobre el terreno de juego, y una pancarta indicaba que «Paren el partido, Mou está hablando». Curiosa e incluso reprobable forma de protestar la que encontraron estos sevillistas, pero aplaudida y celebrada unánimemente por los que hasta ahora creíamos que éramos el sostén de ésto, los aficionados.

Ahora que la televisión es el principal aporte económico de los clubes, los aficionados e incluso los jugadores han pasado a un segundo plano. Por eso, nos hemos tragado partidos en el sur de España a las 16:00 horas en verano o partidos en el norte de España que terminan casi de madrugada en pleno invierno. La tele paga, manda y los equipos, con perdón de la expresión, ponen el culo y callan.

Aparte, los medios también contribuyen a la bipolaridad que existe actualmente en el fútbol español, donde todo se centra en Barcelona y Real Madrid. El colmo ha sido lo de Sevilla, permitiendo la LFP que la televisión retrase un partido a su antojo para que se vean unas ruedas de prensa que, por cierto, ni se vieron en directo ya que Karanka no apareció hasta las 22:25 minutos. El fútbol, que es lo verdaderamente importante, pasa a un segundo plano si no están Madrid o Barça de por medio. Así, ya no sólo se ningunea a los aficionados, sino también al resto de equipos que forman parte de este circo.

Como aficionado que soy, y de los que visitan los estadios, sufro también estos juegos que se traen con los horarios. Sufro también el no saber ni la hora ni el día en que juega mi equipo fuera de casa hasta 5-6 días antes, y no poder preparar así un desplazamiento para acompañarlo. Como aficionado que soy, comparto las protestas de los Biris, y me gustaría que se repitieran en más campos de España. Al fin al cabo, ya sea en el estadio o por televisión, los que pagamos la entrada o pagamos la cuota del canal, somos nosotros, los aficionados.

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