El Balonmano Valladolid se ve obligado a desaparecer por las deudas
El deporte español se desangra, y esto es una realidad a pesar de los grandes resultados que consiguen nuestros deportistas y nuestros equipos. Por ejemplo, en el balonmano, la selección española masculina es campeona del mundo, la femenina también ha logrado grandes éxitos recientemente, y el FC Barcelona es uno de los mejores equipos en competición europea.
Pero la realidad es que, en la Liga ASOBAL, el Barcelona no tiene rival, no hay ningún equipo que tenga un presupuesto mínimamente decente como para hacerle sombra al equipo azulgrana. La realidad es que, en la Liga ASOBAl, los equipos sobreviven como pueden, y algunos, como es el caso del Balonmano Valladolid, ni siquiera eso, pues a este histórico club no le queda más remedio que entrar en liquidación.
La historia del balonmano en Valladolid comenzó hace más de 30 años, con la creación de un equipo bajo la esponsorización de Michelin. Ese equipo desapareció (como ven, los problemas económicos no son una cuestión exclusiva de nuestros tiempos), y en 1991 nació el actual Balonmano Valladolid. Así, ahora que se va a la tumba, con él se lleva 23 años de historia.
El club, por el que pasaron grandes jugadores y entrenadores como Manolo Cadenas, actual seleccionador, es el más laureado de la ciudad, con dos Copas del Rey, una Copa ASOBAL y una Recopa de Europa. Aquellos años de bonanza deportiva engordaron una deuda que hoy, pese a pasar por un proceso concursal, va a acabar con el club. La cifra, de 1’5 millones de euros, es irrisoria si la comparamos con lo que otros equipos deben en otros deportes.
El descenso a la segunda división del balonmano español fue la puntilla definitiva. Ante la escasa perspectiva de ingresos fuera de esta liga, la administración concursal aconsejó la liquidación como única salida viable, y el presidente Óscar Simón tomó la decisión. Así, el nombre del equipo vallisoletano se une al de otros ilustres, como el Ciudad Real, el Atlético, el BM Cantabria, o el San Antonio, en la lista de ilustres desaparecidos.
Como hace 23 años, la solución pasa por empezar de cero y aprender de los errores del pasado para no volver a cometerlos. Ya hay un nuevo club inscrito, el Balonmano Atlético Valladolid, auspiciado por un grupo de ex-jugadores que espera conseguir una plaza al menos en la División de Honor B y recoger en este nuevo equipo a la afición y a la cantera. La misión, eso sí, no es fácil y por ahora no es posible, pero el tiempo dirá.