Banega, otro más
Si ya eran pocos los líos en el Valencia: que si MIguel y Manuel Fernandes la lían en una noche loca, loca y acaban en comisaría; que si Koeman se carga a Albelda, Cañizares y Angulo; que si Albelda denuncia al club y acaban en los juzgados; que si el padre del presidente insulta al segundo máximo accionista… pues ahora Ever Banega también se suma a la fiesta.
El joven jugador argentino, el angelito tiene 19 años, llegó envuelto en polémica por su video «subidito de tono», además de haber protagonizado en Canadá, para celebrar el campeonato del mundo sub-20 logrado en el verano del 2007, destrozos en el hotel de concentración junto a varios integrantes de la selección argentina. Ahora, para sumarse a la fiesta valencianista, protagoniza otro escándalo que añadir a la nefasta temporada che. El jugador se saltó un semáforo en rojo a las 3,30 horas de la madrugada del lunes y dio positivo en el control de alcoholemía que se le practicó a continuación. Si comienza a rendir en el campo al ritmo de los escándalos que protagoniza fuera de ellos estaremos ante el mayor crack en la historia del Valencia, aunque mucho nos tememos que se quedará en un catacrack.
¿Alguien se informa en el Valencia de cómo son los jugadores que ficha?. ¿Alguien mira más allá de lo que son las cualidades futbolísticas de un jugador?. Parece que no. Fichar este tipo de jugadores conflictivos no trae más que problemas al vestuario y por añadidura al club. Los 18 millones de euros que pagó el Valencia ya le deben estar pesando a alguno. Fichar a un jugador supone un gran desembolso para un club y no se debe de hacer a la ligera, hay que saber lo que se va a meter en el vestuario y si compensa la calidad que puede tener el futbolísta con los problemas que pueda acarrear al club, y en este caso parece que no se ha hecho.
De acuerdo que se trata de un jugador muy joven, campeón del mundo sub-20 con Argentina y con un futuro muy prometedor, que en unas temporadas podría dar un gran rendimiento al Valencia, lo poco que se le ha visto ha dejado buenas sensaciones, tiene un buen trato del balón y juega con tranquilidad en la zona ancha, demostrando muy buenas maneras, sin embargo si cada dos por tres aparece en los medios de comunicación por sus acciones fuera de los terrenos de juego más que por sus buenos partidos, el negocio será ruinoso para su club.
Tengo la impresión de que la poca consistencia que todavía mantiene al Valencia en pie es la disputa de la semifinal de la Copa del Rey ante el Barcelona, si los ches muerden el polvo en la vuelta la tormenta se puede desatar sobre la entidad valencianista todavía con más virulencia. Y casos como el del jugador argentino no ayudan lo más mínimo a la estabilidad del club.
Vía | Marca