Beckenbauer inicia el debate sobre la posibilidad de disputar el Mundial de Fútbol de Qatar en invierno
¿Os imagináis la disputa de un Mundial de Fútbol en invierno? Personalmente, y tal y como está montado el calendario en la actualidad, es una posibilidad a la que veo multitud de problemas logísticos pero esta opción se está empezando a comentar después de que la FIFA concediera a Qatar la organización del Mundial 2022.
Franz Beckenbauer, miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA, ha sido el primero en insinuar esta posibilidad. Hay que tener en cuenta que si el campeonato se celebrara en sus fechas habituales, la temperatura en Qatar podría rondar los 50 grados, algo que obliga a pensar en alternativas para combatir tanto calor:
Deberíamos pensar en una solución diferente En enero o febrero tienes 25 grados, que es una temporada cómoda. De esta forma, los calendarios de las grandes ligas tendrán que cambiar para 2022. Es una alternativa para controlar esta situación
Si pensáis en el calendario que se sigue ahora mismo, os daréis cuenta de todo lo que debería cambiar para dar cabida a esa posibilidad. Por ejemplo, habría que parar las competiciones durante casi dos meses para permitir la preparación del campeonato por parte de las selecciones así como la disputa de los partidos.
Eso significaría dar carpetazo a las grandes competiciones en Navidad parando todas las Ligas Europeas y las respectivas copas nacionales, además de una Champions que no suele jugar en esas fechas pero que quizás debería también cambiar su calendario.
Tras dos meses sin competición, se retomarían las competiciones con jugadores y equipos en un estado que poco tendría que ver con el de los primeros partidos ya que puede haber jugadores muy cansados, lesionados, etc. y sería como una nueva liga así que incluso se podría pensar en hacer un Torneo Apertura y Torneo Clausura como es costumbre en Sudamérica.
Tal sería el desajuste que esta opción del mundial invernal se antoja complicada. Parece más factible que Qatar invierta millones y millones de dólares para instalar aires acondicionados, cubiertas en los estadios y otras soluciones imaginativas para combatir las altas temperaturas.
La verdad que una solución más sencilla habría sido que la FIFA optara por una elección más lógica y hubiera concedido el Mundial a otra sede pero claro, la FIFA no es que piense precisamente en soluciones lógicas sino en soluciones que puedan beneficiar su bolsillo y, sin duda, los petrodólares de Qatar son la elección perfecta si este es el objetivo que se persigue.