Las caídas también persiguen a Stoner en el 2010
El australiano Casey Stoner es, sin duda alguna, uno de los pilotos más agresivos y de más talento de MotoGP, un talento que le ha llevado a ser campeón ya en una ocasión, pero una agresividad que también le ha hecho besar la lona en más ocasiones de las debidas. Este arranque de temporada le daba como favorito en el GP Qatar, pero Stoner daba la sorpresa a las pocas vueltas y, una vez más, terminaba con sus huesos en el suelo.
El australiano se mostró muy decepcionado tras la carrera, calificando su caída como «un gran error, una equivocación estúpida». Esa falta de capacidad para mantener la cabeza fría en situaciones de riesgo puede que sea justo lo que le separa de Valentino Rossi, quien dio una lección magistral este fin de semana dominando la carrera tras la caída del australiano y sabiendo controlarla para acelerar en las últimas vueltas y dejar a sus rivales sin opciones.
Si Casey Stoner y el otro gran rival de Rossi, Jorge Lorenzo, no logran medir su exceso de temple, podríamos asistir a otro año espectacular, como el pasado, pero en el que también como hace un año el título se decante del lado del italiano demasiado pronto. Además, habrá que ver el efecto moral que esta derrota pueda tener sobre Stoner en una carrera en la que, tras varias victorias consecutivas en los últimos años, partía como incuestionable favorito.
Personalmente, este caso me trajo a la memoria la carrera de Jerez que abría la temporada 2005 donde, tras dos subcampeonatos consecutivos, Gibernau partía como favorito para la victoria y, tras un choque con Rossi que llevaría al español a la tierra, terminaría cediendo la victoria y lesionándose en la última curva. Esa carrera afectaría psicológicamente al catalán y marcaría el inicio del calvario de caídas y lesiones que terminaría con la carrera de Sete, quizá el piloto que más guerra ha dado a Rossi en MotoGP.
Evidentemente, las circunstancias de Stoner y Sete son muy distintas. Uno ya ha sido campeón del mundo mientras el otro partía con la presión de no tener ningún título, uno aún tiene 24 años mientras el otro tenía 33 y estaba en sus últimos años de competición, pero de cara a esta temporada el varapalo psicológico podría ser grande. Aún así, esperemos que el bueno del australiano no salga demasiado afectado y pueda competir por el título hasta el último gran premio.
Vía | Plusmoto