La cenicienta vuelve a caer a domicilio ante un mejor Espanyol por 2-1

El Tenerife volvió a perder sumando la quinta derrota en sólo 7 partidos y lo peor no es la derrota, sino la mala imagen dejada en Cornellá. En las primeras cinco jornadas culminando con un gran partido en el Bernabéu el Tenerife jugó un fútbol de altura, con mucha calidad y toque y con falta de gol. Ahora ni calidad ni toque, ni gol.

Lo endeble de la zaga canaria es proverbial. Uno de los mejores centrales del año pasado, Ezequiel Luna, firmó un contrato por 4 años con el conjunto canario (el año pasado jugó en calidad de cedido) y ya se convirtió en funcionario: ya ni corre, ni lucha, ni se coloca. Hoy volvió a regalar el segundo gol a Ivan Alonso al no llegar al cruce Callejón remató a placer un casi gol que Sergio Aragoneses evitó debido la despiste del zaguero argentino. Firmar un contrato lucrativo no le ha sentado bien.

La primera parte arrancó sin dominio, pero tras un despiste de Bellvís y de Luna y, porqué no decirlo, un enorme pase de Callejón, llega el primer tanto de Iván Alonso batiendo raso a Sergio. El Tenerife reaccionó inmediatamente y Alfaro disparó un tiro cruzado que Kameni pudo despejar pero que se tragó. El Tenerife dominó la pelota unos cuantos minutos, pero ya desde el 35 íbamos pidiendo irnos al descanso para que pudiéramos hablar en le vestuario. Un tiro a la cruceta de Pareja dejaba a la afición espanyolista con ganas de más.

La incorporación del extremo veloz Marqués propició que se deshiciera con facilidad de Sicilia en la banda y centrase raso para que Iván Alonso fusilara a Aragoneses. La cuestión no es sólo la derrota, sino la pérdida de identidad, la mala gestión de la escasísima plantilla que hay y la baja intensidad de los jugadores, que se sienten dentro de una racha negativa y no tienen ganas de luchar para salir. Próxima semana, Xerez, que hoy venció, para disputarnos uno de los puestos de descenso.

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