El codazo de Tassotti a Luis Enrique
Aquella tarde de verano no todos los niños que salimos a la calle a disfrutar de otro día de nuestras vacaciones y de las cálidas temperaturas teníamos ganas de jugar a la pelota. La historia de aquel día podía titularse los postes de la portería que besó Pagliuca, o la bota de Julio Salinas que también debería haber besado, los goles de aquellos Baggio que no eran hermanos, pero sin embargo, se titula el codazo de Tassotti a Luis Enrique.
Y es que aquella tarde de 1994, la España futbolera se desangraba al igual que lo hacía la nariz de Luis Enrique tras el codazo que le propinó el viejo zorro de Mauro Tassotti. Aquel fue el último golpe que se llevó España en aquel Mundial, aunque al menos, nos quedó el consuelo de ver a Italia perder en los penaltis y de ver derrotados a las grandes estrellas italianas, Franco Baresi y Roberto Baggio. Justicia divina para algunos.
En aquel momento, España y Luis Enrique eran la cara derrota, pero con el paso del tiempo se podría decir que aquella acción fue la derrota definitiva de Mauro Tassotti. Era lógico porque el zaguero ya tenía 34 años, pero en aquel momento acabó su carrera en la selección italiana, perdió su sitio en el once titular del AC Milan y su imagen era asociada inmediatamente, y no sólo por los españoles, con la de aquel suceso, algo que el milanista no pudo superar.
Yo siempre defendí y defiendo que en esa jugada, el único que salió bien parado fue el colegiado, el húngaro Sandor Puhl. Sí, el trencilla no señaló nada e hizo la vista gorda ante la sangre que empapaba la camiseta del ’21’, y fue la FIFA la que sancionó la jugada semanas más tarde ante la incompetencia del colegiado. Pero a pesar de eso, incomprensiblemente, Puhl pitó la final de ese mundial, y fue premiado como el mejor árbitro del mundo aquel año.
Y todo esto viene a colación porque hoy, Tassotti y Luis Enrique estarán juntos, cada uno en un banquillo, en un AC Milan – Roma, el primero como asistente de Allegri y el otro como entrenador. Hoy no se reabre la herida, sino que se va a intentar definitivamente cerrar. El arrepentido y malvado Tassotti pidiendo perdón a Luis Enrique, y este ofreciéndole su mano porque es agua pasada, va a ser la imagen de esta tarde en el Calcio.
Ante el esperado rencuentro, que por cierto no es el primero que se produce aunque sí el primero que va a ser conciliador, no he podido evitar el traer a la memoria los recuerdos de aquel día, un día del que todos nos acordamos, y mucho, años más tarde cuando Casillas paró un penalty a De Rossi y otro a Di Natale, y cuando Cesc le marcó al definitivo a Buffon, en cuartos de la Eurocopa de 2008.
En aquel partido acabó el maleficio de los cuartos de final para España, y la nariz que se desangraba, aunque no literalmente, era la de Italia. Aquel día, todos pensamos que por fin teníamos nuestra propia vendetta. Hoy, y aunque seguramente no lo reconozca así, si la Roma gana al AC Milan, al Lucho le gustará esta victoria un poco más que otras, aunque como el mismo dice, todo aquello ya es agua pasada.