¿Cómo evitar sudar mucho mientras haces deporte?
La piel de un ser humano está compuesta por más de dos millones de glándulas sudoríparas que en situaciones especiales pueden llegar a generar hasta tres litros de sudor por hora, aunque lo habitual es una producción que oscila entre uno y dos litros por hora.
La cantidad de sudor que producimos puede variar dependiendo de diferentes factores. Algunos de ellos son controlables y otros no. Sin embargo, independientemente de cuál sea la causa de una sudoración excesiva, existen remedios que pueden reducirla significativamente.
¿Por qué sudamos exactamente?
La transpiración es un mecanismo natural que se produce en nuestro organismo y que tiene como función principal la regulación de la temperatura corporal. Con la evaporación se produce una disminución de la temperatura evitando que se produzca una sobrecarga por un exceso de calor.
Por otro lado, el sudor tiene la función de eliminar toxinas por lo que también ejerce un efecto depurativo que ayuda a limpiar nuestro organismo y expulsar todos aquellos elementos potencialmente perjudiciales.
El esfuerzo físico o la sobreexposición a elevadas temperaturas pueden favorecer el proceso. Sin embargo, también puede estar motivado por procesos psicológicos o emocionales como los episodios de ansiedad o miedo. Además, también existen factores externos que pueden inducirlo como por ejemplo el consumo de elementos químicos contenidos en determinados fármacos, la ingesta de alcohol o cafeína.
Exceso de sudor ¿por qué sudo tanto?
La hiperhidrosis o sudoración excesiva es un fenómeno más común de lo que se tiende a pensar. Existen dos tipos y responden a diferentes factores. A continuación te hablamos de las causas más frecuentes de la sudoración excesiva:
La hiperhidrosis focal primaria se produce por una hiperactividad de los nervios que tienen la función de estimular las glándulas sudoríparas. Esta hiperactividad se produce en situaciones cotidianas y por lo tanto no está motivada por factores comunes como las elevadas temperaturas o la actividad física. En realidad no existe una causa científica demostrada y se tiende a creer que su origen es de tipo genético.
Cuando la persona que la sufre se ve sometida además a episodios de estrés o ansiedad, los efectos se intensifican siendo especialmente visibles en zonas del cuerpo como las palmas de las manos o el rostro.
La hiperhidrosis secundaria tiene su origen en factores de tipo médico. Existen enfermedades que propician una sudoración excesiva y que se extiende de forma generalizada por todo el cuerpo.
Enfermedades que cursan con sudoración excesiva
Algunas de las enfermedades más comunes son:
- Ataque cardíaco
- Alteraciones en las glándulas tiroideas
- Menopausia
- Cáncer
- Síndrome de abstinencia
- Trastornos del sistema nervioso
- Diabetes
- Nivel bajo de azúcar en sangre
- Infecciones
¿Cómo sudar menos?
Si bien es cierto que existen factores que no se pueden controlar, como por ejemplo aquellos de tipo genético o aquellos que son producto de problemas de salud cronificados en el tiempo, sí existen medidas preventivas que pueden influir positivamente frente a la sudoración excesiva.
Factores ambientales
El exceso de sudor puede venir motivado por una sobreexposición a ambientes térmicos elevados o sobrecargados. Cuando además se practica algún tipo de actividad física dentro de estos entornos, los efectos tienden a multiplicarse.
Acondicionar los espacios cerrados puede marcar la diferencia. Utilizar recursos para reducir el nivel de temperatura ambiente como un ventilador o un aparato de aire acondicionado puede ayudar a reducir el volumen de sudoración de forma considerable.
Si no es posible acceder a ningún método para refrigerar el ambiente de forma artificial, lo más recomendable es limitar el acceso de luz solar y asegurar un mínimo de ventilación.
Por último, el vestuario es otro factor a tener en cuenta. Utilizar ropa ligera y que facilite la transpiración ayudará a oxigenar la piel y mantener la temperatura corporal a una temperatura reducida.
Factores nutricionales
La alimentación ejerce una gran influencia sobre el proceso de sudoración. Incluir en nuestra dieta alimentos de origen vegetal como verduras, frutos secos y hortalizas puede generar un efecto positivo. En general, el consumo de elementos ricos en agua y sales minerales resulta beneficioso.
Además, después de haber sudado es recomendable consumir bebidas isotónicas o hipotónicas con alto contenido en sales.
Aplicación de productos antitranspirantes por vía tópica
Su composición está específicamente orientada para reducir los niveles de sudoración excesiva. Las sales de aluminio tienen un efecto inmediato y son un elemento común en todos los productos antitranspirantes. Son la opción más recomendada por profesionales de la dermatología porque suponen una alternativa no invasiva y proporciona excelentes resultados.
Los productos antitranspirantes de aplicación por vía tópica generan una oclusión de las glándulas sudoríparas de una forma totalmente inocua. Como resultado los niveles de humedad y la secreción se sudor se reducen de una forma llamativa.
Los productos antitranspirantes pueden encontrarse en diferentes formatos: Roll-ons, sprays, toallitas… También existen alternativas de diferentes concentraciones. Algunas de ellas pueden reducir la sudoración de forma considerable con sólo una pequeña dosis.
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