Condenados a entenderse

Condenados a entenderse

Escrito por: Adrián Cabanas    1 marzo 2011    2 minutos

El Barça es líder destacado en la Liga, donde nadie parece poder toserle, finalista de Copa y sigue vivo en Champions, una situación de la que pocos clubes en el planeta pueden alardear, sin embargo, no es este el tema más tratado hoy, sino la posible marcha de un Dani Alves que ha vuelto a declarar ante la prensa que su renovación sigue en punto muerto.

El mejor club del mundo y el mejor lateral del mundo no parecen llegar a un acuerdo para sellar su continuidad, aunque desde las dos partes se han cansado de manifestar su ansia de que llegue el acuerdo. Y lo cierto es que, por mucho que no se avance, el feeling que hay entre todas las partes en can Barça parece condenarles a entenderse.


El Barça pagó en su momento unos 40 millones de euros por un Alves que forzó lo indecible para conseguir su salida del Sevilla y, desde entonces, su camino ha estado marcado por el éxito. 2 Ligas, 2 Supercopas de España y 1 Copa del Rey, además de 1 Champions, 1 Supercopa de Europa y 1 Mundialito de clubes, son el bagaje que ambos han logrado desde que han unido sus destinos.

Ahora 1 millón de euros es la diferencia que separa las pretensiones de un Alves que pretende un sueldo a la altura de los de de Xavi e Iniesta y las de un Sandro Rossell que quiere establecer ciertos límites salariales y teme que ceder a las pretensiones del brasileño abra la puerta para que otros jugadores clave como Piqué o Puyol puedan pedir aumentos de sueldo similares disparando el presupuesto del club.

Sin embargo, la lógica parece obligar a que el idilio entre las dos partes continúe. El Barça sabe que tiene al mejor lateral derecho del mundo y Alves sabe que en ningún club conseguirá disfrutar tanto ni ganar tantos títulos como en el club blaugrana, y un millón de euros por temporada parece una razón demasiado pobre para contrarrestar todo esto.

Por eso, aunque las dos partes aún sigan con su tira y afloja particular, todo hace pensar que a medida que se acerque el final del contrato, las negociaciones están destinadas a retomarse y culminar con el resultado que todos desean: la renovación del brasileño con el Barcelona. Cualquier otro resultado sería una torpeza histórica para cualquiera de los dos.

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