Copa del Rey (semifinales): el Sevilla pasa a la final gracias a Andrés Palop
Si el Sevilla ganara la Copa del Rey, debajo del nombre del club andaluz deberían grabar el de Andrés Palop, porque si el portero valenciano dio un recital ante el Barcelona, esta noche la ha vuelta a armar en Getafe. Manolo Jiménez presentó plantó a los suyos sobre el campo sin ningún argumento, sin ninguna propuesta salvo rezar y aguantar el chaparrón de un Getafe animado por un Coliseum que presentaba mejor aspecto que en otras citas. Una afición que acabó rabiando porque su equipo rozó la final, pero no acertó a meterse en ella.
En los primeros 10 minutos, el Getafe ya había dispuesto de 3 ocasiones claras de gol. Sólo ese tiempo bastó para que se viera que hoy Palop estaba on fire y que no iba a ser la noche de Roberto Soldado ni la de los otros delanteros del Getafe. El resto de la primera mitad fue igual, un constante quiero y no puedo sobre la portería del Sevilla, mientras que el equipo andaluz sólo se asomó una vez en el campo rival en un contra letal que desperdició Perotti en el área pequeña.
Expulsado Jiménez durante la primera mitad, el técnico sevillano vio como Soldado lograba el 1-0 a los 7 minutos de la segunda mitad, y como el Coliseum hervía. Se veía venir el gol azulón, pero hay también otro tópico que habla de la falta de justicia en el fútbol. Ni Soldado, ni Manu del Moral, ni Casquero, ni Boateng, ni Parejo … Prácticamente todos los jugadores de campo del Getafe se estrellaron alguna vez contra Palop o enviaron fuera alguna oportunidad clara.
El tiempo pasaba, el Sevilla seguía engordando su defensa, y se asomaba a la contra un par de veces obligando a Ustari a actuar. Los últimos cinco minutos fueron de infarto, con todo el Getafe en el campo rival buscando forzar la prórroga, y el tiempo de descuento aún más, con un disparo lejano de Casquero que se marchó inexplicablemente fuera y con otro chutazo de Boateng con el que Palop puso la rúbrica a un partido espectacular.
La apuesta valiente de Michel sucumbió ante la racanería del Sevilla, pero el fútbol tiene estas caras. Hoy el equipo sevillano, no es que supiera jugar con el resultado de ida, pero tuvo la suerte necesaria y se cuela en la final para ganar un título que supondría un enorme éxito en esta temporada llena de luces y sombras.