Cristiano Ronaldo y la histeria colectiva

Cristiano Ronaldo y la histeria colectiva

Escrito por: Adrián Cabanas    8 enero 2010    4 minutos

En la última semana, Cristiano Ronaldo ha vuelto a ser protagonista, pero esta vez no por su gran talento y su enorme aportación al Real Madrid y la Liga, sino por ser el objetivo de diversos cánticos. Más en concreto hablamos del que le dedicaron frente al Osasuna de «ese portugués, hijo de p*** es» o el de «Cristiano, muérete». Se trata de un tipo de cántico lamentable, pero tristemente habitual en nuestros campos.

Sin embargo, lo que a mí me sorprende no son estos cánticos, sino la gran relevancia que se le ha dado desde muchos medios de comunicación, al igual que ya ocurrió con el ataque que el luso sufrió en el Nou Camp por medio de «cañones» láser, como llegaron a ser definidos por algún medio de comunicación, en cuyas palabras daba la sensación de que Cristiano había sido atacado desde el mismísimo Enterprise.


Tras el partido frente al Osasuna, se produjo una reacción explosiva en varios medios de comunicación que criticaron de forma salvaje los gritos al portugués y los condenaron como si de una acción terrorista se tratase. Pero, y no es la primera ni será la última vez que alguien se pregunte esto, ¿realmente es para tanto? ¿Qué jugador importante de la liga española no ha recibido todo tipo de insultos de forma habitual durante su carrera? No hablo de racismo, hablo de insultos normales y corrientes, tristes, pero comunes, que es lo que dedicaron a Cristiano la pasada jornada. Seguro que hasta buenazos como Iniesta o Valerón han recibido algún que otro insulto durante su vida. El canario ha recibido insultos sobre su sexualidad, como los lleva recibiendo Guti toda su carrera sin que se le de mayor importancia.

El fenómeno Cristiano Ronaldo lleva provocando desde el principio una sensación de histeria que podemos ver en las reacciones de quinceañeras en cada partido, pero uno esperaría que los medios de comunicación, que periodistas supuestamente serios, no se dejasen llevar por esa misma histeria a la hora de escribir sus columnas o comentar en su espacio de las noticias este tipo de noticias desde la más absoluta falta de objetividad.

En realidad, el problema está lejos de ser el jugador, a quien nunca he visto quejarse de este tipo de noticias. Es el futbolista más popular del mundo, cobra como tal y es consciente de que este tipo de circunstancias van unidas al sueldo. El problema está en los medios de comunicación deportivos que, al igual que ocurrió en la primera época de Florentino Pérez en el Madrid, están regresando a una época de fanatismo madridista, una época que, tristemente, alimentó el odio hacia la institución del Real Madrid por dar una sensación de arrogancia, prepotencia y desprecio hacia los demás que el club nunca hizo intención de transmitir, pero que se dio por culpa de los medios de comunicación que escribían, supuestamente, a su favor.

Esta es una historia de decadencia, la de la prensa deportiva española que va directa hacia la más profunda ignominia de su profesión, un sector que, cuando parece que ha tocado fondo, demuestra una y otra vez que aún puede hundirse más en el lodo. Y es algo más preocupante de lo que parece a simple vista. Los medios de comunicación no sólo informan, también educan, y es preocupante que desde los medios se esté formando a unas juventudes madridistas tan fanáticas y prepotentes como los propios medios. Y es más preocupante aún que desde esos mismos medios se esté fomentando la aversión y el odio hacia un club que no está haciendo realmente nada para merecérselo.

Esta sensación seguirá creciendo hasta que termine por ocurrir una desgracia, de la que ya ha habido varios conatos en forma de botellazos y agresiones similares que hemos visto en estos últimos años. Sólo entonces será cuando nos lamentaremos, aunque dudo mucho de que desde los medios se haga la más mínima autocrítica. Será desde otras tribunas desde las que se les señalará con el dedo y se trabajará para intentar revertir la situación, si es que se hace siquiera.

Mientras tanto, yo seguiré con miedo a que termine por pasar una desgracia. Seguiré, como deportivista, el duelo entre Madrid y Barcelona simpatizando sin quererlo con los culés, sabiendo que de niño yo fui madridista, sabiendo que en parte prefiero que ganen los merengues para dar una alegría a mi padre madridista, sabiendo que es el Barça quien ganó la liga de Djukic a mi equipo, quien «robó» a Rivaldo, mientras el Madrid poco o nada me ha hecho, pero siendo consciente de que me hierven las entrañas porque el Madrid pierda sólo por ver llorar a esos fanáticos de la prensa deportiva de Madrid y, lo digo con rabia, no puedo hacer nada por evitarlo. ¿No les parece triste?

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4 comentarios

  1. lluis dice:

    aunke no sean gritos racistas, siguen sin ser justificables, y solo demuestran la mala actitud del tipico forofo del futbol

  2. Fernando dice:

    Yo estoy de acuerdo en que algunos insultos están un poco fuera de lugar porque encima empiezan desde el calentamiento y ya se insulta al rival porque es lo que toca desde el minuto 0 y es la cultura y ejemplo que van heredando los chavales que van al fútbol.

    Sobre la prensa deportiva, poco a poco a uno se le quitan las ganas de leerla, empieza a cansar mucho (tanto la de Madrid como la de Barcelona). Además, en estos periodicos ya vale todo, se puede decir cualquier cosa, cualquier rumor, sin contrastar, y por decir…luego el 90% son falsos pero no pasa nada, se tapa con otro y ya está.

  3. Pero luego, cuando uno de ellos se concrete, pondrán una entradilla en la noticia que dirá «como adelantó X». Hombre, si adelantas 300 fichajes para un Madrid o un Barça, alguno se hará realidad por fuerza, pero los 290 que nunca fueron reales no recibirán noticias reconociendo que se equivocó o inventó la información.

    Nunca son justificables los insultos, nada más lejos de mi intención que hacer tal cosa en este artículo. Tristemente, es algo que se ve como normal, inherente a la cultura del fútbol, pero como ya dijo un jugador español de la Premier estos días, en Inglaterra los banquillos están integrados en las propias gradas. ¡Y hablamos del país de los famosos hooligans, lo que hay en las gradas no se trata de caballeros ingleses contemplando un partido de cricket, sino de los mayores gañanes de su reino que quedan luego para pegarse fuera del campo!

    Pero… ellos tienen una cultura de no permisividad con este tipo de actitudes y de respeto al futbolista. Ojalá en España fuese así, pero aún nos queda mucho camino por recorrer. Lo que quiero decir en el artículo es que no es algo que le pase sólo a Cristiano, sino a todos los futbolistas, cuanto más famosos mejor. Pero se ha resaltado con él como si fuese algo extraordinario. La sensación que me da leer los artículos de estos días es la de que podía haberlo escrito cualquier gruppie histérica deseosa de defender a su ídolo contra viento y marea.

    Lo que le ha pasado a Cristiano lleva años siendo una constante que va a más y es algo que hay que criticar y corregir, pero no porque le pase a Cristiano aquí y ahora, sino porque lleva años pasando y nadie ha dicho nada salvo cuando se ha tratado de gritos racistas, y tampoco es que hayan hecho un drama de ellos desde los medios.

    Para mí todo esto se resume en pocas palabras. Intereses e hipocresía. Los medios de comunicación de este país son lamentables, y lo triste es que la prensa seria no le va demasiado a la zaga a la deportiva.

  4. Fernando dice:

    Los mejores para eso son los de Marca…»como ya adelantó Marca en día…» :-).

    Estoy de acuerdo en lo que dices de los medios. Quizás a los aficionados es que nos falta algo de espírtu crítico. Si un periodico lanza 300 noticias y 290 son falsas y te engaña una y otra vez, lo lógico sería dejar de leerlo y comprarlo lo que les haría reflexionar sobre el tipo de noticias a sacar. Sin embargo a la prensa parece irle bien con la dinámica que tiene…lo que da mucho que pensar!!