Douglas es el séptimo fichaje del Barcelona
Con la sanción de la FIFA sobre su cabeza, y a e expensas de lo que diga el TAS, el Barcelona apura el cierre de mercado no pensando en lo que necesita hoy, sino en lo que necesitará mañana. Dentro de esta tesitura es en la que nos encaja el último fichaje del equipo azulgrana, un jugador brasileño llamado Douglas Pereira Dos Santos, y del que, ciertamente, poco o nada sabemos de él.
Entre lo que sí sabemos está su puesto: lateral derecho. Teniendo en cuenta que se incorporaría de forma inmediata, sería ya el tercero de la plantilla. Luego, parece que se están curando en salud por una posible marcha de Dani Alves, quien termina contrato en 2016, o ante una posible salida de Martín Montoya, que de momento no está entrando en los planes de Luis Enrique.
Por lo demás, poco sabemos de este jugador de 24 años, pues su carrera está todavía por escribir, como aquel que dice. Ex jugador del Goias y del Sao Paulo, fue internacional por Brasil en categorías inferiores años atrás, pero todavía no ha debutado con la absoluta. No sólo es que le cierren el paso Alves y Maicon, es que jugadores más jóvenes están por delante que él en esa carrera.
Los técnicos del Barcelona avalan el fichaje del jugador, del que dicen tener buenos informes, a pesar que la principal opción parecía Cuadrado. Dentro de lo arriesgado de la operación, hay que señalar que económicamente no lo es, pues el coste de unos 4 millones de euros fijos más 1’5 millones en variables, a repartir entre Sao Paulo y Traffic, la empresa que tiene los derechos del jugador.
No es la primera operación que el Barcelona hace con esta agencia brasileña, de donde llegaron años atrás otros dos brasileños, Henrique y Keirrison. La operación no sólo fue un fracaso en lo deportivo, pues ninguno los dos jugadores llegó a debutar con el equipo, sino que además la directiva Rossell llegó a investigar el desembolso que hizo Laporta estos dos jugadores.
Los precedentes no son precisamente buenos augurios para un fichaje que, ya de por sí, resulta bastante extraño. Tanto en lo deportivo como en el trasfondo de la operación, Douglas Pereira llega envuelto de dudas e incógnitas que le será difícil despejar. Para ello, tendría no ya que jugar mucho, sino meterse en el bolsillo a la afición.