El tridente de Boca Juniors ya enamora
Riquelme, Palacio y Palermo. Estos tres hombres darán mucho que hablar en el clausura 2008. Boca aspira al campeonato se su mano, más bien de sus pies y cabeza. La jornada pasada comenzaron a mostrar lo que se espera de ellos y golearon a Argentinos Juniors en La Bombonera (4-0).
La cabeza pensante es Román Riquelme. El hijo pródigo ya está de vuelta y dispuesto a llevar a lo más alto a los xeneizes. Su misión es dar pases de gol, asistencias a uno y a otro, conseguir que sus dos delanteros sean de los máximos goleadores del campeonato. Aquí sabe cual es su misión, lo que esperan de él, y los demás también lo saben y no le exigen nada más, cómo si fuera poco. Ayer asistió a Palacio en el segundo gol de forma magnífica.
Por su parte Rodrigo Palacio y Martín Palermo tienen que acabar lo que empezó el 10. Palacio actúa de segundo delantero. Es hábil y rapidísimo, además tiene pase que deja medio gol al compañero y cada vez define mejor. Por ahora va a gol por jornada. Se habló de un posible interés del Barcelona por él. Seguramente acabará dando el salto a Europa pero esta temporada quiere hacer a Boca campeón.
La tercera punta de este tridente mágico es Palermo. Decir su nombre es sinónimo de gol. Es el delantero centro puro, su obsesión es la portería contraria y hacia ella enfila en cuanto tiene ocasión. Está a sólo tres goles de convertirse en el máximo goleador de la historia de Boca, igualando a Varallo. Seguro que en este Clausura lo consigue. Es además un jugador mediático y carismático, crea tantos amores como odios, es capaz de lo peor (aquellos tres penaltis fallados en un mismo partido ante Colombia en la Copa América del 99) y de lo mejor. Es EL GOLEADOR, así en mayúsculas.
Pero detrás de ellos hay un equipo que les permite ser el objetivo de todos los flashes. Están Ibarra, incansable; Cáceres comandando la defensa; Battaglia, dándole aire a los tres de arriba… y por supuesto el entrenador Carlos Ischia, encargado de que el tridente pueda brillar esplendoroso.
Sólo queda esperar si la tónica del juego de Boca es la que se vio ante Argentinos, si es así puede que tengamos campeón.
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