Erik Zabel confiesa que se dopó durante su carrera ciclista
En la imagen tienen a Erik Zabel en el que era su hábitat natural, es decir, en el podio del Tour de Francia y vestido de verde. Y es que el ex-ciclista alemán, amén de ganar doce etapas del Tour, ocho etapas de la Vuelta a España, cuatro Milán – San Remo, tres París – Tours o una Amstel Gold Race, si por algo se le recuerda a este alemán es por ver como coleccionaba maillots verdes en Francia.
Nadie tiene tantos como él, nadie ha subido seis veces al podio final de París como ganador de la regularidad en seis ocasiones, de 1996 a 2001 de forma consecutiva. Pero tal y como está ocurriendo con muchos de los ciclistas que nos hicieron vibrar durante esa época, Erik Zabel también consiguió sus éxitos con ayuda del dopaje, y lo ha confesado con los años, y ya acorralado por la presión.
Zabel ya confesó años atrás el haber usado EPO, en 1996, pero sólo una vez. Esas palabras ya lo marcaron de forma permanente como sospechoso, pero el golpe definitivo para el alemán fue la aparición de su nombre en la lista de positivos del Tour de 1998 que el senado francés reveló días atrás. Su nombre estaba entre los que habían usado EPO, en 1998 y no en 1996 como dijo (o mejor dicho mintió) años atrás, en 2007, cuando aún seguía en activo.
Zabel ha terminado confesando su dopaje, centrando el mismo en un periodo de tiempo concreto, de 1996 a 2003, ambos inclusive. Confiesa del mismo modo que confiesa la mayoría, salvando sus primeros años como profesional, en los que todavía creía en la limpieza del ciclismo, y salvando sus años finales, en los que aboga y defiende a ese ciclismo que ha cambiado, que ya no es el de esos tiempos de EPO, cortisona y transfusiones, lo justo para que prescriba.
Desde su retirada a finales de 2008, el ciclista que ahora tiene 43 años no ha salido del mundillo. Fue primero asesor de los sprinters en la antigua estructura del HTC – Columbia, donde coincidió con Mark Cavendish y Andre Greipel entre otros, y desde 2012 trabaja en el equipo Katusha con el mismo cargo, del que ha sido despedido, además de formar parte de la UCI, cargo del que ya ha dimitido después de esta confesión.
Zabel confiesa, por cierto, principalmente para que su hijo Rick conozca la verdad. Un Rick Zabel que también le da a los pedales y al que para 2014 veremos en el pelotón profesional, pues hace algo más de un mes se anunció su fichaje por el equipo BMC. Este Zabel promete (campeón de Alemania y campeón del Tour de Flandes en categoría sub 23), pero esperemos que opte por el «juego limpio» y no siga los pasos de su padre, aunque eso no le reporte tantos éxitos.