España cae ante Holanda en el amistoso jugado en Amsterdam
Decía Del Bosque en la previa que lo que antes eran halagos ahora sólo son críticas negativas. Si me permite el seleccionador responderle, para transformar las críticas negativas en positivas lo único que hacen falta son buenos resultados, algo que España no logra desde el Mundial. Por primera vez en mucho tiempo, puede incluso que en su historia, la selección pierde tres amistosos consecutivos.
Desde la debacle en Brasil y sólo hablando de amistosos, España se ha enfrentado a Francia, a Alemania y ahora a Holanda, y en los tres partidos ha conseguido el mismo resultado: la derrota. Se puede excusar esta situación en el momento de transición que afronta en la selección. Cierto es que es tiempo de pruebas y de cambios, pero no se ven en esas pruebas o esos cambios atisbo alguno de esperanza.
Holanda apenas necesitó de media hora para ajusticiar a España
La derrota ante Holanda en Amsterdam escuece por muchas cosas más allá de lo señalado. Por ejemplo, porque esta Holanda de Hiddink está siendo casi tanto o más criticada que España, y la fase de clasificación a la Euro 2016 me remito, en la que Holanda no se puede permitir ni un sólo tropiezo más. También, por la actitud de algunos de los llamados a tomar el testigo de los que ya no están.
Y es que si hay muchas miras puestas sobre el seleccionador y sus aptitudes, qué menos que no dejar pasar las actitudes de algunos de los jugadores que había sobre el campo. Sangrante en el día de hoy, especialmente, el medio campo que ha regalado la pelota a un equipo que no está hecho precisamente para dominar los partidos desde la posesión. Ni a Cesc, ni a Cazorla ni a Mario se le puede notar una nota que no sea un suspenso.
Media hora le ha bastado a Holanda para hacer dos goles, ganar el partido y además de forma justa. El defensa De Vrij abrió la cuenta con un perfecto testarazo a centro de Snejder. Luego, Klaessen haría el 2-0 tras un rechace de De Gea a un disparo del mismo jugador. Le dio tiempo a tirar y recoger el rebote, de sobra, y no precisamente porque no había jugadores de negro a su alrededor ni cerca de la pelota.
Debutaron Juanmi, como titular, y Vitolo, que jugó toda la segunda parte
En la segunda parte debutó Vitolo y entró Morata por el otro debutante, Juanmi, inadvertido pues apenas le llegaron balones. Con estos dos y con Silva, también de refresco, España mejoró en algo pero evidenció su otro gran problema. Si con la pelota se evidencia una escasa actitud, con ella se evidencia una escasa clarividencia en los metros finales. Que no hay puntería y que no hay último pase.
Los jugadores y Vicente Del Bosque necesitan darle un giro de 180 grados a esta situación, entre otras cosas, porque la gente ha perdido la ilusión en la selección. Vale que no se puede exigir a este grupo que alcance lo que se alcanzó entre 2008 y 2012, pero al menos que haga a la gente soñar. En definitiva, que van a tener que trabajar mucho para que vuelvan los halagos.
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