España gana 3-2 a Chile en un amistoso muy exigente
La selección española de fútbol se ha rencontrado con la victoria en partido amistoso frente a Chile, en un encuentro jugado en la ciudad suiza de Sankt Gallen. Se sabía que el equipo sudamericano iba a ser un rival bastante exigente, y así ha sido, teniendo en cuenta que Chile ha tenido contra las cuerdas al equipo español, llegando a ir ganando por 0-2 al término de la primera mitad.
Con las bajas de Piqué y Puyol, Del Bosque ensayó con una defensa de circunstancias, con Javi Martínez y Albiol como centrales, y como dice el refrán, una y no más Santo Tomás. La falta de coordinación propició que Isla rompiera el fuera de juego por la derecha y lograra el primer tanto, con un fantástico disparo a la escuadra. La lentitud de los centrales españoles, propició que Vargas se fuera en velocidad y lograra el segundo driblando a Casillas.
Y todo eso en 20 minutos, 20 minutos en los que Chile presionó lo más arriba posible y en los que España se atascó, sin saber que hacer. Sólo David Silva ponía algo de clarividencia, cuando la pelota la tenía el canario, parecía más la España de siempre. De sus botas nacieron los primeros acercamientos a la portería de Bravo, aunque lo cierto es que el meta de la Real Sociedad tuvo menos trabajo que Casillas.
Toda la tónica cambió de un plumazo cuando Iniesta entró en el campo tras el descanso. La Chile que presionaba, que robaba y que mordía, dejó de existir, y asistía a las primeras combinaciones claras del juego español. La sociedad Xavi – Iniesta funcionaba, y el manchego abrió la lata a los 55 minutos, con un disparo raso desde fuera del área que se coló en la meta rival pegadito al palo.
La entrada de Cesc y de Torres, y la reaparición de Silva, hicieron que la fluidez y el juego combinativo de España fuera a más, y fruto de ellos, llegó el segundo tanto. El gol del empate lo marcó Fábregas, que está en racha goleadora desde que fichó por el Barça, empujando a gol una pelota servida al hueco por Silva. De Chile en ataque no quedaba nada, así que la selección se volcaba en pos del gol de la victoria.
Ese gol llegó, aunque la pena es que llegó de un penalty sobre Arbeloa que en realidad no fue tal. Cesc lo ejecutó y, aunque Bravo se lo paró, empujó el rechace a gol a puerta vacía. Corría entonces al minuto 90, al partido ya no le quedaba nada, pero una patada sobre Iniesta acabó en tangana, tangana que emborronó un encuentro amistoso y bonito, pero que por suerte, no llegó a las cotas a las que últimamente estamos desgraciadamente acostumbrados.