Europa League 2013-2014: Sevilla y Benfica jugarán la final
Los títulos de Copa de la UEFA del Sevilla contaron con un gol inolvidable, uno de aquellos que llegaron en el momento preciso y en el que más se necesitaba. Así, la afición recordará para siempre el gol de Antonio Puerta al Schalke 04, así como el gol de Andrés Palop de cabeza al Shakhtar Donetsk. Y quien sabe si el de Mbia no entrará en la lista de esos goles ilustres para el sevillismo.
Los ingredientes, los tiene de sobra. El gol de Mbia llegó en el último suspiro, justo cuando más lo necesitaba su equipo, y vale una final de Europa League en Turín. Y es que, si bien el Sevilla llegaba con una buena ventaja de 2 goles a su favor, hoy el Valencia ha estado a punto de obrar el milagro de la remontada y de romper los pronósticos y los sueños de los desplazados hasta Mestalla.
La actitud del conjunto de Pizzi marcó diferencias desde el inicio. Durante buena parte del partido se comió a su rival, que tras el gol de Feghouli fueron un flan, y tras el gol de Jonas todavía temblaron más. El Sevilla lo pasaba mal, viendo como era incapaz de frenar al Valencia y viendo como Reyes desperdiciaba una clara oportunidad ante Diego Alves de haber resuelto las cosas antes a favor del equipo andaluz.
A balón parado, Mathieu culminaba la remontada, 3-0, y el Valencia soñaba con la final de la Europa League. Pero el fútbol le deparaba un triste y doloroso giro de tuerca a la afición del Valencia, porque cuando algunos ya celebraban o preparaban los festejos de una gran noche, marcó Mbia. De cabeza y en el descuento, el camerunés pasa a la historia del Sevilla, y de paso a la historia de una negra temporada para el Valencia.
El rival del Sevilla en la final de Turín será el Benfica. El conjunto portugués ha aguantado el 0-0 ante la Juventus, haciendo bueno el 2-1 del partido de ida. Fue la Juve quien dominó el encuentro ante un Benfica que se fajó solamente en defensa, pero los delanteros bianconeris no acertaron con la portería rival, ni siquiera cuando el Benfica jugó en desventaja numérica por la lesión de Garay y no tener más cambios.