Europa League 2013-2014: el Valencia, el único de los nuestros que gana
El Dinamo de Kiev – Valencia finalmente se jugó, aunque no en la capital ucraniana. Al final, imperó el sentido común en la UEFA y se aceptó el cambio de escenario, trasladando el encuentro a Nicosia, la capital de Chipre. Allí, en un estadio vacío al 99%, Dinamo y Valencia se contagiaron del frío ambiente en la primera mitad y mostraron un espectáculo deplorable, en un partido sin ritmo y sin nada que destacar en ese primer envite.
Por suerte, la reanudación mejoró las cosas, especialmente del lado del Valencia. Consciente de que se podía ganar el partido, Pizzi apostó por dar entrada a Vargas y a Feghouli y por adelantar un poco las líneas y meterle algo de velocidad al partido. Y la jugada le salió redonda al técnico che, pues marcaron el chileno y el argelino para un 0-2 que prácticamente mete al Valencia en octavos a falta de 90 minutos en Mestalla.
El Sevilla no consiguió un mal resultado de su visita a Maribor, pues se trajo un empate a 2 que le da una ligera ventaja para el partido de vuelta. El partido no comenzó bien para los de Émery, pues el equipo local se iba a adelantar con un gol de Tavares y además en ataque apenas generaba acciones de peligro. Por suerte, en la segunda parte iba a llegar la reacción.
Fruto de esa reacción, el conjunto andaluz le iba a dar la vuelta al encuentro, con goles de Kevin Gameiro y de Fazio. Con el partido en su mano y con la posibilidad de matar a su rival, el Sevilla se dejó ir y lo terminó pagando, encajando un gol que dejaba el marcador en el definitivo 2-2. Resultado que no es malo, pero que podría haber sido mejor.
Al que peor le fue de los españoles, como era de esperar, fue al Betis. Flojísima entrada en el Villamarín para ver al conjunto andaluz medirse ante el Rubin Kazan, y ver como los de Calderón hacían uno de los mejores encuentros de la temporada. A los 2 minutos ya ganaban gracias a un gol de Didac, y la expulsión de Prudnikov les dejaba una hora por delante en superioridad.
Sin embargo, el Betis no iba a sentenciar el encuentro y lo iba a terminar pagando porque, ya casi el final, Eremenko iba a marcar de penalty. A perro flaco, todo se le vuelven pulgas, y en este caso la desgracia para los béticos fue el árbitro, un colegiado belga que metió dentro del área una falta de Lolo Reyes que fue claramente fuera del área.