Falcao y el fútbol sala se dicen adiós

Falcao y el fútbol sala se dicen adiós

Escrito por: Carlos Garrido    28 marzo 2017    2 minutos

En el mundo del deporte tienen cabida un amplio elenco de figuras que han hecho historia. Si nos ceñimos al fútbol sala, existe una de entre todas ellas que destaca por encima del resto. Puede que sea el que más ha hecho por mostrar al mundo entero esta disciplina, gracias a su descomunal talento. Y gran parte de esta hazaña la ha obrado vistiendo la elástica de su país de origen, de su cuna natal, Brasil. Este no es otro que Allessandro Rosa Vieira, más conocido como Falcao, y que ha anunciado su retirada.

A sus 40 años, el crack brasileño nos ha hecho saber que dice adiós, profesionalmente hablando, al juego que tanto le ha dado y que a su vez tanto le debe. Una larga trayectoria cargada de éxitos y de récords que le han convertido en toda una leyenda viva del fútbol sala. En su haber figuran galardones tan prestigiosos como dos balones de oro de la FIFA (2004 y 2008) y cuatro premios a mejor jugador del año (2004, 2006, 2011 y 2012). Además, desde que debutara con la ‘Canarinha’ allá por el año 1998, ha conseguido anotar la escandalosa cifra de 384 goles. Nadie ha sido capaz de obtener un registro goleador tan elevado en deportes reglamentados por la FIFA, entre los que se incluyen, aparte del fútbol sala, el fútbol y el fútbol playa.

Y es que la selección brasileña y Falcao mantienen un idilio admirable. En su camino juntos han cosechado un total de 25 títulos, entre los que brillan con luz propia los Mundiales de 2008 y 2012, disputados en Brasil y Tailandia respectivamente.

Hablar de Falcao es hablar de un jugador que parece haber salido de una película de ciencia ficción. Muchos han tenido la increíble suerte de haber compartido vestuario con él. Otros, en cambio, han sido obsequiados con la fortuna de haberle tenido como rival, sufriendo esos regates inverosímiles y esos goles mágicos que jamás antes se habían visto. Un genio que probó fortuna en el fútbol, pero que no se adaptó y decidió regresar allí donde más cómodo se siente: dentro del 40×20.

El fútbol sala llora amargamente la marcha del que quizás haya sido su máximo referente.

Foto| Soy502

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