Gabigol, de fichaje estrella para el Inter de Milán a peor jugador de la liga italiana

Desde hace algunos años, un programa de radio de la RAI entrega el Bidone de Oro. Se trata de un premio falso e irónico en contrapunto al Balón de Oro, para nombrar al que ha sido el peor jugador de la liga italiana. Este premio lo han ganado especialmente fichajes frustrados, especialmente extranjeros fichados por el Inter de Milán y que no salieron nada bien. Ahí de ejemplo están Quaresma, Adriano (que lo ha ganado más que nadie), Milito, Kondogbia y el ganador de tan ilustre reconocimiento en su última edición: Gabigol.

El brasileño Gabriel Barbosa, más conocido por su apodo futbolístico de Gabigol, llegaba al Inter de Milán como fichaje estrella en verano de 2016. El equipo neriazzurri pagaba cerca de 30 millones por un delantero que entonces tenía solamente 20 años y que venía con el aval de ser el mejor jugador del Santos brasileño y uno de los futbolistas destacados de la Brasil que había ganado el oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016. En aquel momento a Gabigol no le faltaban pretendientes, e incluso el Barcelona protestó por el traspaso y anunció que tomaría medidas jurídicas porque tenían derecho preferencial para hacerse con los servicios del futbolista.

La expectación que generó Gabigol a su llegada a Milán fue bajando rápidamente. El técnico del Inter por entonces, Frank De Boer, no contó para nada con el brasileño y tampoco el sustituto del holandés, Stefano Pioli. En resumidas cuentas, el joven brasileño lució la camiseta con el 96 (el número que eligió, coincidente con su año de nacimiento) en solamente 111 minutos repartidos en 9 encuentros de liga (más 72 minutos en un partido de Coppa). Su único gol en todo el curso, ante el Bologna, sirvió al menos para sumar tres puntos.

La cesión al Benfica, intrascendente de momento

Lógicamente, la primera temporada de Gabigol en Italia fue un desastre. Ya se habló en el mercado invernal de su posible salida, aunque no se concretó ninguna de las opciones que salieron y el Inter no estaba dispuesto a cumplir el deseo del jugador de volver a Brasil, pero en verano de 2017 sí fructificó esa cesión. Gabigol iba a jugar en el Benfica, un país al que podía adaptarse mejor que Italia, una liga menos exigente en la que podría brillar y, aun así, un club con altas pretensiones y que además jugaba Champions League.

Pero, tal y como pasó en Milán, la llegada de Gabigol a Lisboa no ha servido para mejorar y el brasileño es el delantero menos usado por Rui Vitoria. El técnico del Benfica apenas lo ha alineado dos ratitos en Liga de Campeones (para un total de 29 minutos), un ratito en un partido de liga (13 minutos), más un partido de titular en la Copa de la Liga y otro de titular también en la Copa de Portugal. En éste último precisamente, ante el Olhanense, llegó el único gol que ha metido Gabigol en su actual club hasta el momento.

Esta vez, la paciencia de Gabigol ha aguantado menos que en Milán. Si en Italia esperó al mercado invernal para pedir su regreso cedido a Brasil, en Portugal apenas llevaba un par de meses y ya estaba pidiendo marcharse ante la falta de oportunidades. Parece que esta vez sí, el Inter va a ceder a la pretensión del jugador de volver a su país y va a repescar al delantero del Benfica y enviarlo al Santos, con el fin de lanzar así una carrera con mucho por delante, eso sí, antes de que sea demasiado tarde.

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