Generelo se quedará como entrenador del Oviedo tras las dimisión de Egea
En la Segunda División no tienen su puesto asegurado ni los entrenadores que están haciendo bien su trabajo, o al menos eso es lo que creemos por los resultados. Valga de ejemplo el Real Oviedo, un equipo recién ascendido que está luchando por el ascenso a Primera División pero en el que, sin embargo, no hay mucha tranquilidad.
La aparente calma se rompió cuando Sergio Egea anunció su dimisión. Una noticia inesperada y que pilló de sorpresa a una afición que, rápidamente y en su mayoría, se alineó del lado del que fue el técnico que los devolvió a la categoría de plata. Algo no muy normal debía de pasar entre el entrenador, los jugadores y la directiva para que Egea decidiese marcharse, en este momento y en esta situación.
Entrenar al Oviedo ahora es un caramelo muy preciado y, por eso, la dirección deportiva asegura que recibió multitud de ofrecimientos. Tan larga habrá sido esa lista que, al final, han decidido no decantarse por nadie y quedarse con el hombre que tomó las riendas del equipo de forma provisional tras la salida de Egea: Generelo.
Con tan sólo 33 años y sin ninguna otra experiencia anterior, Generelo ha sido confirmado hasta final de temporada, si nada se tuerce. Una decisión aparentemente arriesgada pero de la que encontramos un precedente, y además positivo, en esta misma temporada: la continuidad de Juan Merino en el Real Betis.
La trayectoria futbolística del nacido en Badajoz comenzó en el equipo de su ciudad, antes de que lo reclutara la cantera del Real Zaragoza. Con los maños debutó en el primer equipo y además vistió las zamarras del Gimnàstic de Tarragona, del Elche, del Mallorca y del Real Oviedo, su último equipo.
Una lesión hizo que jugara muy poco durante la temporada pasada y adelantó su retirada como jugador, pero en el club ovetense decidieron que siguiera y que formara parte de organigrama del equipo deportivo. Ahora, cosas del fútbol, le llega la oportunidad de estrenarse como entrenador en LFP y con un ascenso en juego.
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