Las habilidades que se desarrollan con el fútbol

El fútbol es un deporte tan completo como pocos otros. Además de ser el más popular en este planeta por el entretenimiento que ofrece a sus espectadores, muchos olvidan los grandes beneficios que aportan a sus practicantes. Y no existen únicamente beneficios físicos ligados al ejercicio físico sino incluso otros cognitivos y hasta emocionales.

Si hablamos de beneficios físicos, hay que separar las cualidades básicas (fuerza, velocidad, resistencia, flexibilidad) de las habilidades motrices, que son aquellas que ponen en marcha al sistema nervioso y desarrollan cualidades como la coordinación muscular, la agilidad, y el equilibrio. Estas son cualidades complejas que el fútbol te permite desarrollar al ser un deporte de contacto y de alta intensidad coordinativa, que requiere de un intervención del cuerpo entero y de una estrecha relación entre el cerebro y el cuerpo.

Pero también hay un segundo pilar que se subestima y es el de las habilidades emocionales y sociales. Son habilidades que toman más tiempo en construirse ya que van ligadas a una construcción personal de cada persona por lo que el desarrollo de las mismas difiere de persona en persona.

La primera y más importante es la habilidad del trabajo en equipo. Esta incluso es una cualidad muy buscada entre cazadores de talento en el ámbito laboral. El fútbol justamente es un deporte colectivo, y el éxito del mismo reside en el colectivo más que en el individual. Saber confiar en tus camaradas, poder levantar el ánimo del resto del equipo, saber dar un tirón de orejas cuando es necesario para motivar a quien lo necesite.

El fútbol también deja enseñanzas en lo que respecta la concepción del liderazgo. Aquellas personas con dotes de líder pueden encontrar en el fútbol la herramienta perfecta que les permita desarrollar estas habilidades que son apreciadas como el oro en ámbitos laborales como el emprendimiento y la dirección de empresas. El fútbol te ofrece el campo ideal para desarrollar estas capacidades emocionales de ser un ejemplo, actuar con valores y ética y de dejarlo “todo en el campo” para llegar a obtener los logros colectivos que este deporte promueve. Estos dotes de líder son los que llevan a la motivación e inspiración que necesitan el resto de los jugadores.

La compostura mental y la evaluación del riesgo son dos habilidades que también puedes extrapolar a otras disciplinas y ámbitos de la vida como por ejemplo el poker u otros juegos de casino en linea, que ponen mucha presión a nivel mental en sus practicantes y en donde se apremia la agilidad mental que desarrollan los jugadores de fútbol en su carrera.

El fútbol te confronta constantemente a situaciones en las que el jugador debe tomar decisiones que tendrán una consecuencia en el desarrollo del juego. Ya sea realizar un pase que puede incidir en perder la posesión de la pelota o generar una situación de gol, o en el caso de tener que realizar una entrada o barrida defensiva que deje a su equipo en descubierto o bien que permita recuperar el balón.

Cada acción representa una situación de más o menos riesgo que el jugador debe analizar en milésimas de segundos ya que el fútbol es un deporte dinámico y a menos que el balón salga del campo, la acción no para.

Sin la compostura mental para evaluar estos riesgos, la toma de decisiones se puede volver errónea. Uno de los factores determinantes para entrenar la serenidad mental en el fútbol es la constante práctica que te permita tener la confianza para estar a gusto dentro del campo y así intentar sentirse menos nervioso. Como bien dice el dicho: La práctica hace al maestro.

Y finalmente, la práctica del fútbol te otorga fortaleza mental. La que se desarrolla al cabo de aprender a desempeñarse bajo presión. Aquella que se construye también al aprender a aceptar tanto la derrota como el saber gestionar el éxito de la victoria. El fútbol es un deporte completo a nivel físico pero a nivel mental también.

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