Jorge D’Alessandro ya ejerce como entrenador del Nástic
Los aficionados al programa televisivo Punto Pelota estarán algo tristes porque por ahora ya no va a aparecer más el que seguramente era uno de sus contertulios favoritos: Jorge D’Alessandro. El argentino, entrenador de profesión además de showman televisivo, se va a hacer cargo del Gimnástic de Tarragona después de que Juan Carlos Oliva fuera destituido al término de la Jornada 11.
Así que ahora, D’Alessandro, gran admirador de Pep Guardiola y gran crítico a su vez de José Mourinho, alías McDonald, tendrá en el equipo catalán la oportunidad de demostrar sus dotes como entrenador y su capacidad de análisis, poniendo en práctica lo que predica en este programa de la cadena Intereconomía. Y ya de paso, salvarlos del descenso, que es lo que más urgencia corre en el Nástic.
El argentino entraba en el perfil que buscaban los directivos del equipo tarraconense. Ex-portero durante 10 años del Salamanca, D’Alessandro lleva afincado en España desde entonces y ha hecho toda su carrera como entrenador aquí, pasando por los banquillos del Salamanca, en varias etapas, del Real Betis, del Atlético de Madrid, del Elche o del Rayo Vallecano.
Un hombre con currículum y experimentado en estas lides de tomar equipos en horas bajas, y no como Sergi Barjuán o Albert Ferrer, dos ex-azylgranas cuyo nombre había incluido la prensa entre los candidatos. Otro de los nombres que sonó, y que siguió sonando hasta que se hizo oficial el fichaje de D’Alessandro, fue el de Esteban Vigó, pero el caché del malagueño y sus exigencias se escapaban de lo que el Nástic podía ofrecer y aceptar.
Y es que además, D’Alessandro llegará sólo y se adaptará a lo que hay, teniendo como segundo entrenador a Jesús María Serrano, hombre de la casa que hasta ahora estaba vinculado a la secretaría técnica. Con estos mimbres, y con lo que pueda llegar en diciembre, DAlessandro afrontará el reto de evitar el descenso del Nástic, un equipo que ha coqueteado con la parte baja durante las últimas temporadas.
Vía | Intereconomía