Klopp deja a Guardiola sin su primer título en Alemania

Con la llegada de Pep Guardiola a Alemania vamos a vivir grandes duelos con otro gran estratega como es Jurgen Klopp. Ayer sin ir más lejos ya se vivía el primer gran duelo de este curso entre Bayern Munich y Borussia Dortmund, y además con un título en juego, la Supercopa alemana. El partido se jugaba en Dortmund, y la victoria se la quedó el equipo local.

Tras el triplete del año pasado, el Bayern optaba a repetir la hazaña de aquel Barcelona que ganó seis títulos en un sólo año, pero a la primera se le ha truncado ese sueño al equipo bávaro. La derrota además comenzó a fraguarse muy pronto, porque a los 4 minutos Reus aprovechaba un error de Starke para hacer el 1-0. El meta habitualmente suplente partía como titular por la baja de Neuer y pronto echó a perder las cosas.

Tardó algo el Bayern en recomponerse de ese mazazo, pero cuando lo hizo empezó a carburar y a crear las primeras ocasiones, si bien la respuesta del otro portero era bastante superior. Weidenfeller salvaba con dos grandes paradas el marcador para su equipo, y al descanso el electrónico reflejaba 1-0 para el conjunto local. Esa situación apenas duró 9 minutos, pues Robben, el vérdudo del Dortmund en la última final de Champions, iba a marcar.

El holandés marcaba de cabeza y empataba el encuentro, que sin embargo se iba a poner muy de cara para el Borussia Dortmund en cuestión de un par de minutos. Primero gracias a un autogol del central Van Buyten, y después con un golazo del medio Gundogan. Aún así, todavía quedaba partido, como demostró el gol de Robben para el 3-2 y el aviso de Muller, con un disparo al larguero tras la mejor jugada de la noche.

Se olía el empate en un partido espectacular, pero acabó llegando la sentencia para el Borussia y puntilla para el Bayern tras una pérdida en zona peligrosa de Thiago, el gran defecto a pulir en este jugador, y que acabó con gol de Aubameyang. El Borussia se apuntaba así su cuarta Supercopa, se tomaba una pequeña revancha tras la Champions y le mostraba a Pep Guardiola que su aventura en Alemania no va a ser cosa fácil, al menos mientras se encuentre a Klopp en el otro banquillo.

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