Kobe Bryant se convierte en el máximo anotador de la historia de los Lakers

El pasado lunes Kobe Bryant se convirtió en el máximo anotador de Los Angeles Lakers, superando la marca del mítico Jerry West, conocido no sólo por sus canastas sino además porque su figura es la que vemos en el logo NBA. Bryant superó los 25.193 puntos de West en el tercer cuarto del partido que jugaron en Memphis, partido que perdieron los de L.A. en parte por el exceso de balón que hizo Kobe, que se fue hasta los 44 puntos, y la ausencia de juego colectivo.

Este sólo es un nuevo récord en la larguísima lista de éxitos y galardones que acumula Kobe Bryant: 4 anillos, 11 veces All Star, 2 veces máximo anotador, 1 MVP de la liga, 1 MVP de las finales … y muchas más en su carrera. Una carrera NBA que comenzó en el verano de 1996 cuando dio el salto a la mayor liga del mundo desde un instituto de su Philadelphia natal.

¿Y cómo llegó a los Lakers?. Bryant se presentó al draft con sólo 18 años y unos números espectaculares, pero sin pasar por la Universidad, lo que hizo que no estuviera entre los primeros puestos en los que se vieron a otros bases universitarios de gran calidad como Ray Allen, Stephon Marbury o Allen Iverson, número 1 del draft. Kobe cayó hasta el número 13, elegido por los Charlotte Hornets, pero su nombre estaba en la agenda del general manager de los Lakers, el propio Jerry West.

West apostó por Bryant y arriesgó mucho ya que cambió a Vlade Divac por el joven escolta de Philadelphia, un traspaso arriesgado porque el pivot serbio era un hombre importante para los Lakers y de muchísima calidad. Ahora está claro que fue una de las decisiones más acertadas de West en su periplo como general manager de la franquicia angelina, pero en su día hubo muchas reservas, sobre todo en los primeros meses de su año rookie en los que rascó muy pocos minutos.

Sin embargo, poco tardó en demostrar que iba a ser una gran estrella de la liga porque comenzó a destacar saliendo desde el banco en los playoffs de esa temporada 1996/97. Tardó dos años en hacerse titular y algo más en convertirse en el mejor escolta de liga. Junto a Phil Jackson y Shaquille O’neal llegaron los títulos, y lo que vino después ya lo sabemos. El resto de la historia está por escribir, porque aún queda mucho.

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