Liga de Campeones 2011/12: el Barcelona y el Bayern Munich ya están en semifinales

Por quinto año consecutivo, el Barcelona estará en las semifinales de la Liga de Campeones. Los azulgrana han eliminado en cuartos de final al AC Milan, empatando a 0 en la ida y ganando por 3-1 en la vuelta. No ha sido el mejor partido de los de Pep Guardiola, e incluso llegaron a estar eliminados virtualmente durante algunos minutos, pero sí suficientes para terminar superando al equipo italiano.

Dos penaltis a favor del Barcelona, los dos transformados por Leo Messi, declinaron la balanza a favor del equipo azulgrana. El primero llegó a los 11 minutos, tras derribo de Antonini al argentino, y el segundo en el minuto 41, por un agarrón del veterano Nesta sobre Busquets. Como siempre, para algunos los penaltis fueron tan claros como inexistentes para otros. Suele ocurrir si están Barça o Madrid de por medio.

Entre medias, llegó el gol de Nocerino, en una de esas contras que tanto temía Guardiola, y el 1-1 en el marcador. Entonces, el Barcelona estuvo virtualmente eliminado, pero el susto tan sólo duró unos minutos, apenas 9 concretamente. Durante todo ese tiempo, los dos equipos guardaron su compostura inicial, el uno atacando, el otro aguardando.

Salió a la segunda parte el Barcelona con mejores brios, con la intención de sentenciar y no caer en la trampa milanista como cuando iba ganando 1-0. Y esa sentencia llegó en el minuto 53 con el gol de Iniesta. Pero ni aún así, ya con la tranquilidad en el marcador, el Barça llegó a gustarse y a controlar el partido como nos tiene acostumbrados. Al menos, no se sufrió porque el Milan ofreció muy pero que muy poco.

La sensación que el Barça me dejó es que estuvo un poco roto, con medio equipo posicionado atrás, por miedo a lo que pudieran armar Ibrahimovic y compañía y con 4-5 jugadores sólo apareciendo en ataque. El caso es que fue suficiente para vencer a un Milan que vino al Camp Nou a lo que vino y que por tanto, no fue capaz de dar la sorpresa en la Ciudad Condal.

En Munich, el Bayern ratificó lo que ya prácticamente había conseguido en Marsella. Se repitió el mismo resultado del partido de ida, 2-0, nuevamente a favor de los bávaros, que se permitió el lujo de alinear de inicio a algunos suplentes. Uno de esos suplentes habituales, el delantero croata Olic, fue el bigoleador de la noche.

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