Liga de Campeones: el Barça golea al Bayern y mete un pie en semifinales
Simplemente espectacular. No se necesitan más adjetivos para definir el fútbol desplegado por el club azulgrana. La noche, deslucida por la lluvia, no parecía la más propicia, pero ocurrió. El Barça regaló uno de esos partidos estelares y no sólo deja prácticamente sentenciada la eliminatoria, sino que muestra su tarjeta de visita a toda Europa, su candidatura a ser el mejor club del viejo continente en este año 2009.
Se le tenía miedo al Bayern. Un club alemán, veterano en estas lides, y con una delantera formada por Toni, Schweinsteiger, y Ribery, tres figuras mundiales. Pero si este Bayern asusta o es potente, no lo hemos podido comprobar de momento. Los alemanes, dirigidos por Klinsmann, sólo han podido correr detrás del balón, y perseguir a las figuras del conjunto azulgrana, siempre un paso por delante de la zaga alemana. Y es que la defensa del Bayern ha dejado bastante que desear, sin restarle mérito al despliegue ofensivo del Barça de Guardiola, que ha hecho cuatro goles, y ha perdonado unos cuantos más.
Messi, por partida doble, Eto’o y Henry han sido los autores de los tantos azulgranas. El tridente puesto por Guardiola han demostrado encontrarse en un buen momento y entenderse al cien por cien. Messi hizo el primero a pase de Samuel Eto’o en el minuto nueve y le devolvió la asistencia a Eto’o para que hiciera el segundo en el minuto 12. Messi perforó la portería de Butt de nuevo en el 38, a pase de Henry, tras una buena jugada de éste en la banda. El cuarto lo anotó el francés tras una combinación perfecta del tridente azulgrana.
El partido tuvo su parte negativa. Guardiola fue expulsado por el colegiado Howard Webb. El árbitro se tragó un penalty clarísimo sobre Leo Messi cometido por Lell, y el técnico azulgrana perdió el control, saltó al campo, e increpó al colegiado, linier y cuarto árbitro por la acción, teniendo que ver el resto del partido desde la grada. También faltó el quinto gol, y los sucesivos, pero la segunda parte se quedó en nada. Los azulgranas quisieron lograr la jugada imposible, y estuvieron a punto de conseguirla, pero unas veces Butt, otras los palos, se cruzaron en el camino y el quinto no llegó. Tampoco llegó el tanto del honor para los alemanes, pues Puyol se cruzó para tapar un disparo a bocajarro de Zé Roberto, en la única llegada del Bayern.
Pep no sólo se mostraba contento por el ataque demoledor, sino por la presión que ejercía su equipo, que evitó que el Bayern tuviera el balón y pasara de medio campo. Ese es el rodillo que le gusta a Guardiola, atacar, atacar y robar el balón cuanto antes, para volver a atacar. Tan claro veían las cosas en el Camp Nou que Márquez forzó una tarjeta amarilla que le acarreará la suspensión para la vuelta en Munich. Un partido de vuelta que no pueden afrontar con mejor renta los azulgrana.
Foto | As
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