El Madrid de Ronaldo gana 4-2 y empieza a carburar
Los 94 millones de euros de Cristiano Ronaldo empiezan a dar sus frutos. El Real Madrid tenía la obligación de ganar al Liga Universitaria de Quito para colarse en las semifinales de la Peace Cup contra la Juventus de Turín, tras un inicio de copa algo titubeante. Pellegrini probó por primera vez con Robben y Ronaldo por las bandas como extremos, Benzema arriba con Higuaín y Gago-Guti para organizar en una primera parte bien sosa y gris, de esas que gustan en Chamartín.
Una gran jugada personal de Ronaldo, regateándose a tres defensores con mucha facilidad, provocó el penalty que el mismo portugués transformó, y con una rabia ejemplar celebró su primer tanto como madridista. Que duda cabe que este jugador tiene una clase, una potencia y una técnica espectaculares. Sin embargo, el Madrid no jugó del todo bien, poco centro del campo, pocas oportunidades y eso que había dos puntas con mucha movilidad.
Justo antes del descanso Robben sale lesionado tras un par de tarascadas, y le sustituye el siempre genial Esteban Granero. Con la entrada del pirata el conjunto blanco tocó un poco más la pelota y tras el gol de Ronaldo, el mismo crack lanzó un potente disparo que el portero no logró atajar, y Granero materializó el 2-0. Un poco más de juego, y una potencia de fuego abrumadora bastaron al Madrid para encarrilar el encuentro. Sin embagro, Vera acortó distancias en una surreal jugada en la que Dudek se durmió en un corner. El equipo ecuatoriano demostró garra y carácter, con un sensacional Lara que no tardaremos en ver en Europa. Se subió a las barbas del Madrid, si bien con poco peligro.
La tranquilidad llegaría de corner con Metzelder, tras un gran centro de Granero. Este chico sabe jugar al fútbol, y si se le da continuidad con Lass al lado haciendo el trabajo sucio, Guti muy pronto pasará a mejor vida en esta plantilla. Los sudamericanos lograron otro gol, otra vez de corner tras una mala intercepción de Míchel Salgado, pero nunca hubo sensación de poder remontar el encuentro. El Madrid, si bien no fue especialmente superior, si dominó el partido y lo controló con facilidad. Negredo apuntilló el cuarto gol tras un gran centro de Drenthe.
Cuando Kaká entre en este equipo, se adapte y lo mueva como él sabe hacerlo, que tiemble Can Barça.