Manolo Martínez ganará una medalla olímpica 8 años más tarde
Una medalla olímpica siempre es bienvenida, aunque sea de bronce, aunque llegue de rebote y lo haga ocho más tarde. A mí me pondría contento conseguirla, aunque fuera de ese modo, así que imagino que Manolo Martínez también estará muy contento. El atleta español, ya retirado, recibirá dentro de unos meses, cuando se cumplan una serie de trámites, una medalla de bronce de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
En aquellos Juegos Olímpicos, en la prueba de peso que se disputó en el antiguo Estadio Olimpia, al estilo clásico, Manolo Martínez se quedó a 23 centímetros de alcanzar medalla. El lanzador español fue cuarto, con un lanzamiento de 20’84 metros, por los 21’07 que consiguió Joachim Olsen para la medalla de bronce, y los 21’16 que consiguieron Adam Nelson y Yuiry Bilonog, que fueron oro y plata respectivamente.
Pero ahora, ocho años después, el campeón, el ucraniano Bilonog, ha sido desposeído de su medalla de oro por dopaje. Así pues, todos los finalistas suben una posición para recomponer el podio y así Manolo Martínez alcanza la tercera posición. Por tanto y como decíamos anteriormente, una vez terminen todos los trámites Manolo Martínez se convertirá en el primer lanzador español que consigue una medalla en unos Juegos Olímpicos.
¿Y por qué llega esta sanción a Bilonog precisamente ahora? Si se preguntan eso sepan que la respuesta es bastante sencilla. Como desgraciadamente, el dopaje siempre va por delante del antidopaje, el COI tiene el derecho de guardarse las muestras de los controles antidoping durante un periodo de 8 años, para llegado el momento analizarlas en busca de sustancias dopantes, ya prohíbidas en su momento, pero indetectables con los métodos de entonces.
Y así es como Bilonog, campeón en peso, ha sido cazado ocho años más tarde, al igual que otros deportistas como otros deportistas tales como el ruso Oleg Perepetchenov, oro en halterofilia, o el canadiense Tyler Hamilton, oro en contrarreloj. Todos los pillados ahora tendrán que entregar sus medallas o diplomas, y éstos pasarán a los siguientes en la lista. Y nunca está de más recibir un regalo, aunque sea con ocho años de retraso.