Michu firma por el Langreo de Tercera División para volver a empezar

En octubre de 2003, Michu debutaba con el Real Oviedo en Tercera División. El hecho de que anotara en su primer partido el gol de la victoria de su equipo era un fenomenal augurio: Michu es un futbolista que se ha forjado desde lo más bajo y que a base de trabajo y de sortear trabas ha llegado a lo más alto.

De jugar en Tercera con el Oviedo a triunfar en la Premier y jugar con la selección españolaDe estar con el Oviedo en Tercera y Segunda División B, firmó por el Celta de Vigo que le ofreció la oportunidad de estrenarse en Segunda División. En Vigo se quedó a las puertas del ascenso a Primera División, pero las puertas de la máxima categoría se le iban a abrir cuando firmó por el Rayo Vallecano.

Una temporada en la que anotó 15 goles lo llevó a la Premier League, al Swansea City, donde mejoró sus registros goleadores. El grito de «Michu selección» que se repetía cada fin de semana por fin se hizo realidad y en octubre de 2013 vestía la Roja por primera y única vez, ante Bielorrusia.

Del cielo al infierno hay un trayecto mucho más corto de lo que uno imagina. En su plenitud, una lesión de tobillo se interpuso en el camino de Michu, una lesión que no sería un problema más habitual, gajes del oficio de futbolista. No, desde esa lesión, Michu no levanta cabeza y nunca ha sido el mismo.

Ni las operaciones ni su paso por la Serie A, cedido en el Nápoles, se presentaron como soluciones al problema que tenía el jugador. Ya fuera del Swansea City, Michu no renuncia a ser futbolista y con 29 años, menos de dos años después de alcanzar lo más alto, Michu va a jugar en Tercera División, como en sus orígenes.
En el Langreo y con su hermano como entrenador, Michu espera volver a empezar y sentirse futbolista de nuevo

El Unión Popular de Langreo, equipo asturiano que jugó en Segunda División entre los 60 y los 70, será el nuevo equipo de Michu. Estará en una liga menor, sin presión salvo la que su propio nombre le otorga, cerca de casa y a las órdenes de Hernán Cuesta, su hermano, que dirige como entrenador el equipo desde esta temporada.

Michu regresa a sus orígenes para volver a empezar. Con mucho fútbol todavía por delante, el asturiano espera reencontrarse con sí mismo, olvidar este último año y medio funesto y sentirse futbolista. A poco que lo consiga, seguro que no son pocos los equipos de Primera que harán cola para llamar a su puerta.

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