El Nápoles de Rafa Benítez gana a la Fiore la Coppa de Italia de 2014
Puede ser un entrenador más o menos discutido, puede gustar más o menos, pero Rafa Benítez es un entrenador que gana títulos allá por donde va. Ganó títulos con el Valencia, con el Liverpool, con el Inter de Milán aunque saliera mal parado, con el Chelsea, de donde tampoco salió del todo bien, y ahora también con el Nápoles, al que ha llevado hasta su quinto título de Copa de Italia.
Una final de Copa de Italia entre Nápoles y Fiorentina que estuvo a punto de no jugarse. Y es que antes del mismo se produjo una batalla campal a las afueras del Estadio Olímpico de Roma, con enfrentamientos entre hinchas radicales de los equipos contendientes, y dicen que también de la Roma y la Lazio, además de las cargas policiales. El resultado fue la muerte de una persona por herida de bala y otros tres heridos en un día que se suponía festivo para el fútbol.
Jugadores y directivos tuvieron que negociar con los capos de los tifossi y con la policía para que acabara esta guerra y para ver si el partido se jugaba o no, en una situación que deja bastante a las claras como está el fútbol en Italia. Al final se decidió lo primero, jugar, que era lo que querían los ultras por encima de la opinión de los equipos, y el fútbol tomó el protagonismo 45 minutos más tarde de lo previsto.
Centrándonos en el fútbol, el Nápoles ganó el partido a la Fiore por 3-1, aunque sufrió más de lo que puede parecer mirando solamente el marcador. Los goles llegaron muy rápido, pues a los 17 minutos, el delantero Insigne ya había batido por dos dos veces la portería de los Viola, y antes de la media hora, el chileno Vargas había marcado el gol del 1-2, para recortar distancias.
La Fiore dominó a partir de entonces, pero no fue capaz de marcar, mientras que el Nápoles a la contra desperdició sus ocasiones de cerrar el partido. El equipo de Benítez sufrió más todavía tras la expulsión de Inler, pero cuando ya se vislumbraba que un gol de la Fiore iba a mandar el partido a la prórroga, quien marcó fue el equipo napolitano, por medio de Dries Mertens, para sentenciar definitivamente el encuentro.